1 NAVAS
23 DANILO 2 VARANE 6 NACHO 12 MARCELO
14 CASEMIRO
19 MODRIC 8 KROOS
11 BALE 9 BENZEMA 7 RONALDO
- 20 JESÉ X 11
- 10 JAMES X 14
- 22 ISCO X 9
Partido espectacular el que vimos ayer en el Bernabéu. Numerosas ocasiones de gol en ambas porterías, tiros al poste, penalties, goles anulados… hicieron que cualquier espectador neutral se entretuviese viendo el choque. Yo, que no soy neutral, me lamento por partida doble de conceder tantas ocasiones y que nuestros delanteros necesiten tantas llegadas para marcar gol. Bien es verdad que anoche vimos a dos porteros extraordinarios: Sergio Rico tuvo una actuación magnífica, espoleado quizá por su convocatoria con la Selección Española; y Navas dio esa sensación que tenía a principio de temporada: ser imbatible.
Parece que Zidane ha encontrado su XI ideal, que aparta a los dos media puntas de más talento (James e Isco) para que el centro del campo esté más equilibrado. La mala forma de estos dos le ha ayudado a tomar esta decisión; pero yo sigo viendo un exceso jugar con tres delanteros que no defienden una mierda.
Antes del minuto 6 marcó Benzema, tras recibir un pase de Bale con la pierna derecha. Si el galés jugara en el lado contrario, daría muchos más pases como ese. Va siendo hora de que quien cambie de sitio sea Ronaldo, cuyas prestaciones siguen disminuyendo. Mete goles, claro, porque es un jugador impresionante incluso en su crepúsculo; pero ahora mismo es el delantero más prescindible de los tres. Porque Benzema es el mejor de los tres, y Bale es la fuerza de la naturaleza que un día fue Ronaldo.
El Sevilla presionó la salida del Madrid durante todo el primer tiempo, y es ahí cuando Casemiro muestra sus carencias. Destruye pero no construye. No es el medio centro que el Madrid necesita, pero es el único que tenemos. Además, su presencia hace que Modric y Kroos lleguen más al área. El alemán parece más entonado cuando el brasileño está detrás. A la media hora el árbitro, muy pitado toda la noche, señaló penalty de Varane sobre Ramí. Penalties de ese estilo hay en todos los partidos diez, pero si te señalan uno en contra no puedes decir que no es penalty. Menos mal que nuestro pío portero rechazó la pena máxima con una estirada felina. Navas ha parado 3 de 4 penalties esta temporada. Con acciones como esta, la confianza del tico llega al infinito y más allá. Otra muestra de la mala gestión deportiva del equipo es pensar que Keylor Navas no fue vendido porque no funcionó el fax aquella noche de verano. Los pitos al árbitro que antes mencionaba fueron, además de por el penalty, por no sancionar uno sobre Benzema en una jugada en la que la camiseta del galo parecía la vela mayor del San Juan Nepomuceno y por anular un gol legal de Gareth Bale. En el descanso el árbitro conoció que se había equivocado gravemente así que comenzó el segundo tiempo pensando en que tenía que equivocarse hacia el lado contrario.
Tras el descanso, fue José Antonio Reyes – qué recuerdos – quien cometió penalty sobre Modric. Absurdo y claro en mi opinión. Ronaldo lo echó fuera – otra muestra de su decadencia: es el tercero que falla este curso – así que el partido, que parecía resuelto, seguía en el aire con la victoria mínima. Bale remató después al larguero; y el árbitro anuló un gol a Gameiro que era legar y éste celebró como si no hubiese un mañana. Al final, como casi siempre, la balanza cayó de nuestro lado. Danilo hizo una de sus escasas jugadas positivas de la noche asistiendo a Ronaldo, que marcó en semifallo pero vale igual; y un minuto después Bale marcó el tercero tras un toque sutil de Benzema para salvar al portero. El Sevilla tiró la toalla y de ahí al final lo único a destacar fueron los cambios. Entró James por Casemiro, que con tarjeta amarilla andaba rondando la segunda sin pensar en que la siguiente visita es al Camp Nou – o quizá por éso – ; Jesé salió por Bale e Isco por Benzema. Son tres cambios orientados a recuperar a estos jugadores, que andan en horas bajas. Sobre todo James, que sigue torpe y fondón. Isco parece no entender por qué el Bernabéu ha pasado del amor al odio en tan poco tiempo, y Jesé sigue pareciendo necesitar reivindicarse jugada a jugada. Cuando coge el balón, pienso que lo único que busca es chutar a puerta. Y es un error, pues está claro que es jugador para el Madrid. Marcar el cuarto gol de la noche debería servir para que se tranquilice.