Real Madrid 2 – Valencia 1. Los caballeros de la angustia

1493483227_463166_1493485729_noticia_normal_recorte1
Marcelo. Samba pa tí

1 NAVAS

2 CARVAJAL          6 NACHO       4 RAMOS     12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC      8 KROOS

10 JAMES        9 BENZEMA       7 RONALDO

  • 20 ASENSIO X 10
  • 21 MORATA X 9
  • 17 VÁZQUEZ X 19

En los años 40 hubo un equipo argentino al que llamaban “Los caballeros de la angustia”, por su querencia a ganar los partidos en los minutos finales. Este año el Madrid se ha ganado con creces ese apodo, pues no han sido pocos los partidos que hemos rematado en los minutos finales, la mayoría de ellos después de haber dominado claramente todo el encuentro y no haber convertido en gol algunas de las múltiples ocasiones de las que hemos disfrutado. El partido ante el Valencia fue otro ejemplo, pues en el minuto 50 y ganando por 1-0 tuvo Benzema una ocasión de ésas que deberían ser gol o gol, pero el galo mandó su disparo al poste. La jugada acabó en penalty… que Ronaldo no consiguió convertir en gol. El partido pudo decidirse ahí; no lo hizo y tuvimos un final de frenopático por no haber cerrado el encuentro en esa doble ocasión.

Salió el Madrid con la mayoría de los teóricos titulares. Hay un absurdo debate en el aire en el que se discute si es mejor el Madrid A o el Madrid B. En realidad el debate es otro, pues nadie pide que entre Danilo, y mucho menos Coentrao, en el XI; ni que salgan del mismo Carvajal, Ramos, Marcelo o Ronaldo. La historia es que Isco ha hecho un par de exhibiciones en Gijón y Coruña, y su suplencia es muy difícil de entender. Además, Marco Asensio también está dando minutos de calidad cuando lo ponen. También James está en alza. Para uno de los tres hay un hueco seguro, el provocado por la lesión de Bale, y Benzema está poniendo mucho de su parte para dejar libre otro hueco. El debate acaba ahí, o sea que de equipo A o B nada de nada.

El Madrid salió al césped plomizo, igual que estaba la tarde. Antes del primer minuto un error de Ramos desencadenó una clara ocasión para Santi Mina que acabó en el palo. La primera sensación fue que no ganaríamos fácil. Enfrente había un buen Valencia, que podría luchar con el Atleti o el Sevilla por la tercera plaza como hacía no hace mucho tiempo pero que ha decidido convertirse en una versión 2.0 del Estudiantes: un equipo mediocre que deambula por mitad de la tabla y que centra el año en ganarle al Madrid los duelos que les enfrentan. Triste objetivo, pero allá ellos.

Lo mejor del Madrid fueron sus laterales. Carvajal y Marcelo otorgan una aportación ofensiva al Madrid muy superior a la que da quien porta el dorsal 9 a su espalda (triste realidad). A la media hora llegó el primer gol, tras un fantástico centro de Carvajal que Ronaldo remató como sólo lo hace un gran delantero centro: cruzando el balón y haciéndolo botar: imposible para Alves. Antes del descanso sólo pudo llegar otro gol en un libre directo que ejecutó James desde el carril del 8, que pasó saludando la escuadra.

Tras el descanso se produjo la doble ocasión con la que abro la crónica. Alves detuvo el penalty a Ronaldo. Este portero es un especialista, sí, pero yo creo que un penalty bien tirado es imposible para el portero. Antes del lanzamiento, Alves intentó un juego psicológico contra Ronaldo que, visto lo visto, le salió bien. Si Ronaldo tuviese menos ego y más de dos dedos de frente, cuando Alves se acerca debería haber entregado el balón a James, o a Kroos. A cualquier buen pelotero, y decir “bah, tiralo tú. A este le marca cualquiera”. Hubiera sido gol seguro.

Con 1-0 avanzaba la tarde, tediosa. El Valencia firmaba llegar a la recta final del partido perdiendo por la mínima, para cazar una ocasión cuando quedasen menos de 10′. Era el minuto 82 cuando Casemiro hizo su enésima falta – alguien debería explicar que un buen medio centro hace pocas faltas, y todas lejos del área – y Parejo colocó el balón con suavidad sobre el césped. Parejo es un canterano blanco que gustaba a Di Stéfano cuando estaba en el Castilla. Pudo ser el nuevo Guti, pero tenía menos clase y era más cubatero, si cabe. Lo que pasa es que en Valdebebas, a poco que estés atento, aprendes cómo se ponen faltas donde duermen las arañas. Parejo ejecutó la falta como un maestro, esquivando la barrera en la que Ronaldo y Morata saltaron para evitar el gol. El balón bajó violento hacia la escuadra derecha de Navas, que pudo tocarla pero no evitó el gol. Faltaban 8 minutos. 1-1.

Entonces, como tantas veces, el Bernabéu tocó a rebato. La caballería blanca cargó como sólo ella sabe, y puso su mirada en la victoria como un preso mira la puerta de la cárcel abierta. apenas 4 minutos después del gol de Parejo, Morata hizo un sombrero en el área y el balón llegó a Marcelo, que recortó con la izquierda y disparó con la derecha un tiro raso, potente, lleno de fe. El psicólogo Álves no pudo evitar el gol ni el consiguiente éxtasis del Bernabéu.

La liga se acerca un punto más. Necesitamos, en el peor de los casos, 10 de los 12 puntos que faltan por jugarse.

Deportivo 2 – Real Madrid 6. El reto de Zidane

14932428458153
La pelota agradece a Isco su trato

13 CASILLA

23 DANILO       6 NACHO      5 VARANE     12 MARCELO

16 KOVACIC

22 ISCO              10 JAMES

17 VÁZQUEZ      21 MORATA     20 ASENSIO

Después de caer en casa ante el Barcelona, el Madrid se quedó sin apenas margen de error para ganar la liga. Pese a ello y con tantos partidos por jugar, decidió Zidane hacer nueve cambios sobre el XI que jugó ante el equipo azulgrana tres días antes. El resultado fue una exhibición de fútbol y ocasiones. El compromiso de TODOS los jugadores que anoche estuvieron en Riazor contrasta con la actitud que se vio ante el Barcelona, donde Benzema fue una sombra, Bale se mostró sin recuperar y Kroos y Modric deambulaban exhaustos por el césped. Es difícil pensar que los que jugaron anoche hubiesen perdido contra el Barcelona.

El Madrid salió como un avión, con Isco a los mandos y Morata marcando en el primer minuto. La multitud de enganches sobre el césped modificó un tanto el esquema habitual, que era un 4-3-3 en ataque pero viraba a 4-1-4-1 cuando había que defender. Ésa fue una de las claves, la defensa. El Madrid no tardaba en recuperar el balón cuando lo perdía, gracias al trabajo de Asensio y Vázquez en los lados y la presión de Morata a la salida del balón. Kovacic tuvo que jugar de medio centro, y cuajó un gran partido, seguramente porque recibió más ayuda de Isco y de James de la que hubiese recibido si están Kroos y Modric flanqueándole.

Fuimos un equipo coral, en el que todo el mundo se sentía parte importante. Leeréis en la prensa que el Dépor no ofreció mucha resistencia… pero igual también eso es mérito del Madrid. En este campo perdió el Barça y empató el Atleti; y su antimadridismo está archidemostrado. A la hinchada de Riazor nada le hubiese producido más placer que ganar al Madrid. Insultaron especialmente a Lucas Vázquez, negándole su condición de gallego por jugar en el Madrid. Como si Amancio, Miguel Angel, Buyo o Salgado fuesen africanos. En el Dépor nadie recuerda ya que el Madrid jugó gratis un Teresa Herrera cuando el equipo andaba en Segunda División. Poca memoria tiene esa grada, repleta de hijos de primos hermanos.

Cayeron los goles como fruta madura. Uno de Morata, que falló otros dos cantados,  dos de James, que anda subiendo enteros, uno de Lucas V, otro de Casemiro desde fuera del área y uno del mejor de la noche: Isco. Su exhibición fue asombrosa. Controló el partido de cabo a rabo, estableciéndose como el amo del balón. Cada vez que recibía la bola, pasaba algo. Sus compañeros, que no son tontos, le buscaban constantemente. Me recordó a Laudrup, a Martín Vázquez, … a los mejores media puntas que ha tenido el Madrid. No jugó ni un minuto ante el Barça; no fue titular en Munich ni ante el Atleti, y si jugó en el Bernabéu ante el Bayern fue porque Bale andaba lesionado. Qué difícil es explicar su ausencia en esos partidos.

Quedan 5 partidos de liga. Con 13 de los 15 puntos seremos campeones. Además hay, al menos, 2 de Champions. Hay que dar aire al equipo, que rote, pero no estaría de más que jugasen con más frecuencia quienes demuestran estar en mejor forma. Ése es el reto de Zidane en las próximas semanas.

Real Madrid 2 – FC Barcelona 3. Sibó una última bala… y nos dio.

1492976376_196701_1492976434_noticia_normal
Bale volvió a lesionarse. Precipitó su vuelta.

1 NAVAS

2 CARVAJAL      6 NACHO     4 RAMOS     12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC        8 KROOS

11 BALE        9 BENZEMA       7 RONALDO

  • 20 ASENSIO X 11
  • 16 KOVACIC X 14
  • 10 JAMES X 9

El clásico de la Liga se lo llevó el FC Barcelona, tras un partido que fue una montaña rusa pero que el Madrid gestionó mal de cabo a rabo. Partiendo del XI inicial, en el que la presencia de Bale se hacía inexplicable, hasta la forma en la que defendió la jugada del último minuto. Después de haber conseguido empatar con uno menos cuando el partido estaba acabando, nos pusimos a defender un saque de banda como auténticos juveniles, permitiendo una galopada de 50 metros de Sergi Roberto que derivó en el definitivo gol de Messi.

Los primeros 5′ el Madrid pareció bien plantado, pero conforme avanzó la primera parte el Barcelona se iba adueñando del balón; aunque no generó peligro. El primer gol lo marcó el Madrid tras un corner. Si ganamos esta liga, podremos decir que ha sido la liga de los corners. Marcó Casemiro (28′) después de que Ramos rematase al palo. En estos partidos, adelantarse en el marcador es oro puro. Pero claro, hay que saber gestionar esa ventaja y el Madrid no lo hizo. Apenas cinco minutos después Messi equilibró el marcador en una jugada muy mal defendida por nuestros centrocampistas. A la Juve no le metieron ni un gol en 180′; a nosotros nos han metido tres sin apenas esfuerzos.

El partido comenzaba de nuevo y Bale hacía mutis por el foro en el 37′, lesionado, otra vez. Decididamente, no puede ser el galés el jugador franquicia de nada. Además, su alineación coloca en muy mal a Zidane. O eligió mal o se dejó influir por la directiva. Antes, Casemiro había visto su primera tarjeta amarilla por una falta a Messi. También Marcelo golpeó al pequeño argentino con el codo – si lo ve el árbitro el brasileño va a la calle; pero puestos a ver que hubiesen visto el penalty a Ronaldo en el 2′). Nos fuimos al descanso pensando en que era un partido muy igualado.

Tras el descanso hubo ocasiones a ambos lados. Ter Stegen se lució varias veces, pero también apareció Navas con alguna intervención de mérito. Parecía que quien marcase se llevaría el duelo. Pudo hacerlo Ronaldo a pase de Asensio, pero fallaron una contra clarísima. Salió Kovacic por Casemiro, que merecía el cambio porque rondaba la expulsión, pero quitar al brasileño es quitar al único que defiende en la medular: Kroos y Modric no las huelen. Así que poco después de quedarnos sin el brasileño llegó el 1-2, con un gol de Rakitic de ésos que el portero rival sí que para cuando jugamos contra Atleti, Bayern o Barça. Con el 1-2 no quedaba otra que lanzarnos a buscar el empate, pero acto seguido Ramos fue expulsado por una dura entrada a Messi. ¿Amarilla o roja? Los comentaristas de televisión se sorprendieron de que fuese roja, pero nuestro capitán va tan al límite que ya son 22 las veces que le han expulsado, varias de ellas en el clásico. Contra 10 el empate se ponía en chino. Salió sorprendentemente James por Benzema después de que Piqué perdonase la puntilla al partido al fallar una clara ocasión. Y en el 85, contra todo pronóstico, empató James. El Bernabéu enloquecía, porque era muy improbable empatar con uno menos. El empate era oro puro tal y como se había desarrollado la noche; pero el Madrid intentó marcar el tercero, para que la liga quedase sentenciada. Pudo hacerlo Asensio, brillante toda la noche, pero no fue así. Todo parecía acabado, pero llegó entonces la galopada de Sergi Roberto y la puntilla de Messi, que esta noche ha demostrado que cuando está a su mejor nivel no admite rival.

Real Madrid 4 – FC Bayern Munich 2. El gran duelo de Europa, otra vez.

1492539266_743352_1492546430_album_grande
Este fue el penaltito que desató las hostilidades.

1 NAVAS

2 CARVAJAL        6 NACHO      4 RAMOS    12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC                                        8 KROOS

22 ISCO

7 RONALDO               9 BENZEMA

  • 20 ASENSIO X 9
  • 17 VÁZQUEZ X 22
  • 16 KOVACIC X 8

Al acabar el partido, me he comprado en un puesto la bufanda conmemorativa, con esa sensación de haber vivido una de las noches imborrables del Bernabéu, El Madrid ha pasado a semifinales tras eliminar al Bayern en la prórroga, en un partido digno del clásico europeo por antonomasia. Desde que aquel día echaron a Amancio en su último partido europeo con el Madrid, pasando por los duelos de los 80 con Juanito y Mathaus al frente, los de final de siglo con Raúl y Óliver Khan, y los más recientes, entre los que cabe el de esta noche, para desarrollar la mayor rivalidad del continente. Partidos como esta noche alimentan la leyenda de este duelo, el mejor de toda Europa

Pese a la ventaja que traíamos de Munich, la eliminatoria pareció abierta desde el principio del partido. El primer tiempo fue de tanteo: los dos equipos pensaban que un gol del Madrid sería decisivo mientras que uno del Bayern encendería la llama. Hubo más dominio alemán pero más llegadas del Madrid, casi todas ellas mal rematadas por Ronaldo a quien mis compañeros de grada no se cortaban en insultar cuando no marcaba gol. Al final de la noche lo querían sacar a hombros, claro. Sin mostrar el mismo nivel que en Gijón, Isco jugaba de enganche y era quien más intentaba mover el balón de un lado a otro, mucho más que Kroos y Modric. La baja forma del croata es una china en nuestro zapato.

Tras el descanso, se desató la tormenta. Marcelo sacó un balón bajo palos en lo que me parecío el primer punto de inflexión. Pensé que si el Bayern no se había adelantado entonces ya no lo haría, pero un par de minutos después fuimos castigados con un penalti en contra que me pareció dudoso, pero que acabó siendo el 0-1. En otra época pensarías que igual Keylor Navas lo paraba, a estas alturas el religioso tico no para ni un taxi. Total, 0-1 y el partido en el alero, pues los germanos se ponían a un gol de la clasificación. El Madrid se estiró, sabedor de que un gol le daría, al menos, la prórroga. Llegó el gol, obra de Ronaldo, claro. Con el empate a uno el Bayern tendría que estirarse, pero apenas dos minutos después el Madrid se marcó un gol en propia puerta de película de Fellini. Nacho pasa, Ramos toca y Navas no es capaz de atajar el balón, que cruza la raya lenta y dolorosamente. Eliminatoria totalmente igualada con un  cuarto de hora por delante. Pasaba de todo en el césped, incluso que Alonso se llevase su última ovación del Bernabéu. Esas cosas de nuestra afición me entantan; con la eliminatoria por decidir tenemos tiempo para aplaudir a uno que lleva otra camiseta, reconociendo los servicios prestados. El partido era la Siete Picos, y no dejábamos de lamentarnos por  no haber sentenciado en la ida cuando pudimos hacerlo.

En el minuto 80, Vidal vio su segunda amarilla.  Justa o no, el chileno siempre va al límite. Y cuando juegas con fuego a veces te quemas. Ahí vi la luz, pues la superioridad del Madrid en la ida cuando nos quedamos con uno más fue asombrosa. Parecía que jugábamos contra 8.  De repente nos convenía la prórroga, pues con media hora por delante deberíamos marcar al menos un gol. Cayeron tres, el primero de Ronaldo en fuera de juego que el árbitro no sancionó. Luego volvió a marcar el portugués tras una gran jugada de Marcelo, eterno en su banda. Y el cuarto lo marcó Asensio, autor de una noche memorable desde que salió al campo por Benzema para reforzar el centro del campo.

Parece que el Bayern se queja mucho del segundo gol de Ronaldo en fuera de juego También hubo otro fuera de juego no sancionado en el gol del Bayern, tampoco fue penalty el que nos pitaron en la ida, también se ha ganado Casemiro más de una amarilla esta noche… Ha habido errores para los dos lados. Los alemanes se quejan porque interpretan un papel, pero no deja de ser la salsa del fútbol. En la eliminatoria los dos equipos han estado por encima y por debajo del otro en distintos ratos; el Madrid ha sido claramente superior cuando ha jugado con uno más, pero las expulsiones forman parte del juego. El caso es que cuando la cosa acaba 6-3, cuando un equipo marca el doble de goles que el otro, hay poco que reprochar al árbitro.