Málaga 0 – Real Madrid 2. EQUIPO, con mayúsculas

 

1 NAVAS

23 DANILO    4 RAMOS    5 VARANE    12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC               8 KROOS

22 ISCO

7 RONALDO              9 BENZEMA

  • 16 KOVACIC X 14
  • 10 JAMES X 22
  • 21 MORATA X 9

Cuando acabó el clásico del Benabéu con aquel gol de Messi que recortaba en 3 puntos nuestra ventaja sobre el Barcelona, faltan 18 puntos por disputarse. El Madrid, al que le bastaban 16 de los 18 puntos, no ha perdonado ninguno: Ha ganado esos 18 puntos, teniendo además que jugar dos durísimos partidos de semifinal de Champions contra el Atleti. Esta liga la hemos ganado gracias a la buena forma con la que ha llegado el equipo a la recta final, especialmente Ronaldo, autor de 12 goles en los últimos 9 partidos. La gestión de Zidane de la plantilla ha sido lo más destacado de este campeonato. Nunca 20 jugadores superaron 1000 minutos de juego.

Aunque los fantasmas del Heliodoro ulularán para siempre en lo más recóndito de nuestro interior, es evidente que somos mejores que hace 25 años. Ahora el Madrid es muy fiable, y en el minuto 2 ya se había encendido la conexión Isco – Ronaldo y el 0-1 subió al marcador. Como sólo perdíamos el título con la derrota, harían falta ahora dos goles del Málaga para fastidiarnos la tarde. De repente, el viento soplaba en nuestra popa. Paralelamente, desde Barcelona llegaban noticias de los goles del Eibar, que servían para tranquilizarnos por mucho que a la postre el Barcelona sumase sus tres puntos. El colchón durante el primer tiempo era suficientemente grande como para limitarnos a defender con tranquilidad e intentar marcar algún otro gol en una contra. Pudo llegar alguno, sobre todo en claras ocasiones de Benzema y Ronaldo; pero al descanso llegamos con 0-1.

Al poco de la reanudación llegó el 0-2. Llegó de corner – hay que ver, la de goles que hemos marcado a balón parado en esta liga – . Ramos tuvo en remate franco y tras un rebote marcó Benzema, que quizá estaba ligeramente adelantado. Esta posición irregular será la tabla de salvación de los mediocres para explicar nuestra victoria. Faltaba algo más de media hora, y la liga ya estaba en el bote. Tanto que Zidane quitó a Isco para que en su casa le aplaudiesen como merece. Que tomen nota en el Pizjuán de cómo hay que recordar a un canterano que decidió salir a otro equipo con más aspiraciones y además dejó un pastizal en caja.

El Málaga no dejó de intentar marcar, acabando así con los rumores de pasteleo que lanzaron los mediocres. Es infame dudar de unos profesionales, tanto de los jugadores como de Michel. Un tío con tantos años en el Real Madrid no puede saber hacer otra cosa que salir a ganar. Si no metió gol fue porque Navas ha hecho un final de año sublime, tanto que dan ganas de dar un martillazo al fax para que vuelva a truncar su traspaso. Poco antes de las 10 de la noche el árbitro decretó el final y el Madrid, cinco años después, volvia a ser campeón de liga. Van 33, un 41 % de las disputadas. Últimamente el Barcelona ha ganado más, sí. También Luis Fonsi suena estos días más que The Beatles. Hay modas y hay leyendas.

Real Madrid 4 – Sevilla FC 1. Quedan dos pasitos…

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Nacho marca el primer gol. ¿Listo o antideportivo?

1 NAVAS

23 DANILO       4 RAMOS     5  VARANE      6 NACHO

16 KOVACIC         8 KROOS

10 JAMES                             20 ASENSIO

7 RONALDO      21 MORATA

  • 14 CASEMIRO X 10
  • 17 VÁZQUEZ X 21
  • 19 MODRIC X 16

Por quinta vez se enfrentaban este curso el Real Madrid y el Sevilla; y ninguna de ellas se pareció a las demás. En esta ocasión llegó un Sevilla un tanto afeitado, con algunas bajas en el XI y escasa motivación, porque no se jugaba casi nada. Sólo Jovetic, el delantero que debutó con tanta traca en el partido de liga entre los dos equipos pareció entusiasmado con jugar en el Bernabéu. Enfrente, nuestro equipo venía del infierno del Calderón y el desgaste que supuso. Por eso descansaron MarceloModricIsco y Benzema. Quizá el gran mérito de Zidane es poder quitar a cuatro titulares y que el equipo que sale nos parezca a todos suficientemente solvente.

Comenzamos dominando y pronto llegaron dos goles. El primero, obra de Nacho, dará que hablar. Falta clara sobre Asensio al borde del área y se monta el típico jaleo previo a un libre directo. Ningún sevillista se coloca delante del balón para impedir un saque rápido y Nacho, atento, golpea el balón que se acuesta en la red ante la mirada de Sergio Rico. Los sevillistas protestaron, claro, pero el gol es legal. Un aplauso especial para Jovetic, que decía que ellos habían pedido barrera. La barrera la pide el lanzador, nunca el defensor, amiguete.

Aún andaba el Sevilla dándole vueltas al gol cuando llegó el segundo. James recorta y tira y el balón cae a  Ronaldo que marca a placer. Con 2-0 parecía que la tarde sería placentera. Pero entonces el Sevilla se estiró y gozó de alguna ocasión clara, en especial una vaselina de Jovetic que dio en el larguero. Además, Navas tuvo un par de intervenciones de mérito. No creo que le sirva de nada a estas alturas, pero el tico está acabando el año con el nivel que se supone al portero de un equipo grande.

Nada más volver del descanso marcó el Sevilla. Pareció un poco la historia del cántaro y la fuente. Con 2-1 podíamos temer por los tres puntos, sobre todo si llegábamos a los últimos minutos con ese marcador. No había que dar esa opción, así que Zidane movió el banco. Salieron James y Morata, quien sabe si para siempre, y se colocó Ronaldo de delantero centro, y poniendo en las alas a Asensio y a Vázquez. Con estos dos jóvenes en banda el equipo es muy solidario. Y Ronaldo, como 9, no admite discusión. No tardó en cerrar el partido con un golazo; golpea de primeras y el balón entra por la escuadra. El Bernabéu respiró y el Madrid se desencadenó. Llegó el cuarto, obra de Kroos tras gran jugada de Nacho; y pudo llegar uno más por la misma banda, pero Asensio falló en boca de gol. Daba igual. La gente aplaudía con la certeza de que sólo faltan cuatro puntos para volver a ser campeones de liga.

Atlético de Madrid 2 – Real Madrid 1. Benzema se hace eterno

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La última noche europea del Calderón acabó con el escudo del Madrid sobre el césped

1 NAVAS

23 DANILO       5 VARANE      4 RAMOS       12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC           8 KROOS

22 ISCO

7 RONALDO     9 BENZEMA

  • 20 ASENSIO X 9
  • 17 VÁZQUEZ X 14
  • 21 MORATA X 22

Que nadie os engañe: el Atleti nunca tuvo opciones en esta eliminatoria. Cuando más cerca estuvo de clasificarse le faltaban aún dos goles. Pese a la engañosa ventaja que consiguió en el marcador en los primeros 16′, el Madrid ha jugado al fútbol mucho mejor. Y cuando un equipo es tan superior, no hay nada de qué preocuparse. Si acaso, la UEFA debería agradecer al Real Madrid que un equipo tan violento como el Atlético de Madrid no estropee con sus patadas y sus codazos el partido más importante del año. Mientras escribo, escucho a Simeone diciendo que habría que clonar a Godín y a Gaby, sus dos más sucios esbirros. No podemos esperar otra cosa de Diego Simeone, cuya carrera está trufada de comportamientos antideportivos. Es imposible que un espectador imparcial quisiese que se clasificase el Atletico.

El Atlético es incapaz de construir fútbol, así que sus opciones de gol pasaban por el balón parado. Y así consiguió golpear dos veces: primero en un corner en el que Ronaldo perdió la marca de Saúl y éste cabeceó junto al palo izquierdo, en el que inexplicablemente no había ningún defensa tapando. Era el minuto 12, y cuatro después Varane, que sale de lesión llegó tarde y derribó a Torres dentro del área. Griezmann tiró mal, como casi siempre, pero Navas no pudo parar el tiro pese a que lo rozó con la manopla. Con 2-0 el Atleti se veía más cerca, claro, pero el partido seguía dependiendo de que el Madrid metiese un gol, en cuyo caso el Atleti necesitaría meter otro tres para clasificarse. Podía haber llegado nada más comenzar, en un cabezazo de Casemiro que Oblakdespejó estupendamente. Y ese gol llegó antes del descanso. Por cierto, desde el 2-0 hasta el 2-1 Navas no hizo ninguna parada. El Madrid dominó, con fútbol, y el Atleti ni la olía.

Con paciencia, el Madrid se puso a mover el balón. Isco y Modric tienen una calidad descomunal, y los rojiblancos sólo podían perseguir sombras. En el minuto 42 Ronaldo sacó de banda rápidamente, buscando a Benzema. El francés, tan criticado últimamente por gente entre la que me incluyo, escondió el balón a los tres defensas que le rodeaban y, como un funambulista, se puso a pasear sobre la línea de fondo. El balón acariciaba la cal, Karim aceleró y de repente estaba solo para dar el pase de la muerte a Kroos. Otra vez Oblak hace una parada milagrosa pero Isco, atento al despeje, marca desde cerca. Una jugada tan importante como aquella de Redondo en Old Tradford; con la misma belleza plástica como el eterno gol de Butragueño al Cádiz en el Bernabéu. Benzema, en un año gris, se ha colado en la historia de nuetro club. Con esa jugada acabó la eliminatoria y la historia de la Copa de Europa en el Vicente Calderón. Por cuarto año consecutivo, el Atleti se veía apeado de Europa a manos del Real Madrid. Marca difícil de superar.

En el segundo tiempo no pasó gran cosa. El Madrid dio un baño de fútbol aunque las mejores ocasiones fueron del Atletico, un par de ellas bien desbaratadas por Navas. También pudo marcar el Real Madrid, pero Ronaldo no tuvo su noche. Nunca peligró nuestra clasificación, que se consumó enmedio de un diluvio.  Cuando el árbitro pitó, las dos hinchadas parecían contentas, lo que refleja el nivel de exigencia de unos y otros. No sería de extrañar que vuelvan a lloriquear con que su presupuesto es menor que el nuestro; cosa que sólo pueden decir ante Madrid o Barça. Son un equipo pequeño y pegón, por eso siempre estarán detrás.

De la mano de Isco, de Modric y de Benzema, el Madrid se dispone a jugar su decimoquinta final de Copa de Europa, segunda consecutiva; hito que no conseguíamos desde 1960. Noche para estar contento.