
1 NAVAS
2 CARVAJAL 4 RAMOS 5 VARANE 6 NACHO
14 CASEMIRO
10 MODRIC 8 KROOS
22 ISCO
11 BALE 7 RONALDO
A la octava visita fue la vencida: el Madrid ganó en un campo que hasta esta noche se le había resistido, y lo hizo con una victoria de prestigio. Dominó el partido de cabo a rabo, y además de los tres goles recuerdo, al menos, una ocasión clarísima de Carvajal y dos intervenciones del portero rival milagrosa a remates de Isco y Ramos. También Asensio falló una contra de las que no suele perdonar. Pudo ser escandaloso el resultado, sí que lo fue el golpe de autoridad que ha dado en vigente campeón. Ganar en el campo del rival del bombo 2 es un aviso a navegantes. Recordemos que, en lo que va de Bundesliga, el Dortmund sólo ha encajado un gol.
Salió Zidane con su XI más reconocible, dado que Benzema sigue lesionado. Otra vez el rombo en la medular y dos delanteros que buscasen los espacios. Eché de menos a Ceballos y a Asensio, que están mejor que Kroos y que Bale, pero Zidane tiene claras las jerarquías del equipo y del vestuario. No podemos decir que le saliese mal la apuesta al técnico galo, pues fue Bale quien abrió el marcador empalmando de primeras un pase de Carvajal. El remate del galés fue sutil, distinto a los que nos tiene acostumbrados. Incluso en sus días rachas de oscuridad la zurda del 11 brilla de vez en cuando esplendorosa.
Con 0-1 fuimos al descanso, y al volver nos encontramos con un Madrid dominador. En el 54′ llegó el segundo gol, obra de Ronaldo al rematar un centro de Bale desde la izquierda. ¡Hay que ver, lo que gana este hombre cuando juega donde indica su dorsal! El juego invitaba a pensar que el partido quedaba cerrado, pero acortó Abumeyang poco después. Delantero fichable, desde luego, loco por vestir de blanco y capaz de rematar hasta un gorrino pachón si alguien lo cuelga al área. El gol de los amarillos alargó un poco la incertidumbre en el marcador. Hay días que juegas muy bien y al final te empatan. Pero hoy no fue así. Isco rozó el gol y poco después Modric habilitó a Ronaldo que, a la carrera, cruzó su segundo gol rematando al palo corto. Los tres puntos se venían a Madrid al tiempo que era tomada una de las pocas plazas que nos faltaban por conquistar en la vieja Europa.