Real Madrid 4 – Deportivo Alavés 0. Tarde de fiesta.

Fotón de Gonzalo Arroyo Moreno.

1  NAVAS

2 CARVAJAL           5 VARANE       6 RAMOS       15 THEO

14 CASEMIRO           23 KOVACIC

17 VÁZQUEZ        7 RONALDO      9 BENZEMA      11 BALE

  • 24 CEBALLOS x 23
  • 18 MARCOS LLORENTE x 14

Venía el Alavés del Pitu Abelardo con una racha triunfal en liga, y ante ello Zidane planteó un extraño esquema, propio de los años 60, con sólo dos centrocampistas y cuatro delanteros, con dos extremos muy abiertos. Por fín Bale se ha mudado a la izquierda, que es el sitio donde es más aprovechable. Aunque toda cara tiene su cruz: ese sitio es el de Asensio.

En e primer tiempo el Madrid dominó pero casi no hubo ocasiones clara. Apenas una chilena tras buena jugada de Benzema y un contraataque en el que nuestra delantera no aprovechó la superioridad numérica. El francés fue pitado en esa jugada pero acabó el partido muy aplaudido. Hoy Benzema demostró que es un superclase. Su ausencia de gol duele menos cuando los otros dos tercios de la BBC marcan.

Los goles llegaron en momentos muy importantes. El primero en el 43′ y el segundo en el primer minuto de la reanudación. Los blaquiazules del glorioso no fueron capaces de recuperarse de esos golpes. Sendos pases de Benzema habilitaron a Ronaldo y a Bale para abrir trecho en el electrónico. Con 2-0 el Alavés sacó bandera blanca, y el segundo tiempo fue un jacucci. Marcó Ronaldo el tercero tras asistencia de Vázuquez, que brilló al lado derecho. Por la otra banda Theo jugó su mejor partido de blanco. Empieza a liberarse de la mochilla que supuso su traumático fichaje al Atleti. Salió Ceballos y mostró su clase durante 20′, muy aplaudido por la grada. Fue un acto de redención ante su extraña participación ante el Leganés de 19″. Y cuando moría el partido, un penalty a favor del Madrid fue transformado por Benzema, a quien Ronaldo, brazalete en biceps, se lo había regalado. Hoy el portugués fue nuestro capitán. Lleva 300 goles en liga (en 285 partidos) y a sus 33 años cada vez hace menos el tonto. Su legado será eterno.

 

Real Betis 3 – Real Madrid 5. Asensio echa la puerta abajo

1 NAVAS

2  CARVAJAL          6 NACHO         4 RAMOS       12 MARCELO

14 CASEMIRO      23 KOVACIC

17 VÁZQUEZ                          20 ASENSIO

7 RONALDO          11 BALE

 

Resacosos aún tras la terapéutica victoria ante el PSG, visitó el Madrid el Benito Villamarín, que este año es una montaña rusa. El Betis mete muchos goles y también le meten muchos. Empató a 4 en Anoeta, ganó 3-5 en el Pizjuán y encajó 5 en casa ante Valencia y Barça. Con estos antecedentes, era lógico esperar un partido de goles. Entre tantos goles se iluminó la figura de Marco Asensio, cuya ausencia del XI en las grandes noches ya es insostenible.

El Madrid jugó bien, mal y bien. Salió enchufado y pronto se adelantó en el marcador con cabezazo de Asensio desde el punto de penalty después de que Adán rechazase un tiro de Ronaldo. El portugués celebró como propio el gol de su compañero. A sus 33 años, empieza a aprender que esto es un deporte de equipo. Nunca es tarde. Con el gol el Madrid se relajó y el Betis se puso a tocar el balón con criterio. Liderado por un majestuoso Joaquín – qué pena que no haya jugado en el Madrid este muchacho – comenzó a hacerse dueño del partido. El del puerto lanzó una falta a la escuadra que obligó a Navas a lucirse y después asistió dos veces  a sendos compañeros. El Madrid tenía que remontar, pues llegamos al descanso palmando 2-1.  El equipo, otra vez, se había dejado ir.  Y para colmo Marcelo se había lesionado, y dejó su puesto a Theo, que en portugués se dice Fabio.

Pero algo está cambiando en el Madrid, al que antes los segundos tiempos se le hacían bola. Marcó Ramos tras corner de Lucas Vázquez y Asensio colocó el 2-3 colocando el tobillo como sólo lo saben hacer los muy buenos. La jugada de Carvajal previa al gol fue soberbia. Ya estábamos por delante cuando Ronaldo anotó el cuarto gol. Andaba Adán masticando cuando me acordé de Casillas, de Mourinho. Qué tiempos. Adán tiene días que no para ni un taxi; pero claro, la propuesta de su equipo tampoco ayuda. Es entrañable a la par que ingenua la apuesta de Setién por el tiqui-tiqui aunque no tenga mimbres para hacerlo.

Parecía el partido visto para sentencia cuando el Betis acortó distancias en el 85′. Y aún hubo otra falta de Joaquín que nos pudo haber puesto colorados. En esas estábamos cuando ZZ retiró a Ronaldo (como contra el Levante, ganando por la mínima) para dar unos pocos minutos a Benzema. No necesitó más el francés para anotar el quinto de la noche. Benzema, que tan peleado anda con el gol este curso, anotó como quien lava para cerrar el partido. Extraño y divertido.

Real Madrid 3 – Paris Saint Germain 1. Gran arreón final.

Asensio asiste y Ronaldo marca

1 NAVAS

6 NACHO         5 VARANE      4 RAMOS     12 MARCELO

14 CASEMIRO

10 MODRIC                          8 KROOS

22 ISCO

7 RONALDO          9 BENZEMA

  • 11 BALE x 9
  • 17 VÁZQUEZ x 22
  • 20 ASENSIO x 14

Noche de tiros largos en el Bernabéu. El campeón de las dos últimas ediciones recibía al nuevo rico de Europa. La delantera del PSG hace palidecer a cualquiera y la comparación con la nuestra es odiosa. Pero para llegar a la punta del ataque hay que pasar por la defensa y por el centro del campo. Y ahí los jeques de París no han invertido igual. Los franceses tenían al Madrid en la lona en el minuto 40, cuando el inexperto medio centro Lo Celso cometió un penalty tan claro como absurdo sobre Toni Kroos. El Madrid empató gracias a ese penalty, después de que nuestro equipo diese muestras de desconcierto tras colocarse en desventaja en el electrónico. Ese fue un punto de inflexión del partido.

El otro fue cuando en el minuto 79′ Zidane hizo sus dos cambios. Reforzó las bandas con Vázquez y con Asensio y el Madrid alzó el vuelo, especialmente por la izquierda, vivero de ambos goles tras sendas jugadas del mallorquín. Que Marco Asensio no sea titular induscutible en el Madrid sólo se explica por lo barato que nos salió. Ayer adelantó por la izquierda a Mbappe en la carrera de las estrellas del futuro.

De inicio Zidane reunució a la BBC, quizá por primera vez en partido grande (estando todos sanos, claro). Salió Isco como cuarto centrocampista y fue uno de los mejores del primer tiempo, con Modric y con Marcelo, dentro del buen tono general. Los peores, otra vez, fueron los delanteros: Ronaldo falló un mano a mano clarísimo, justo después de lanzar alta una falta cometida sobre el propio Isco. Es cierto que el portugués acaba arreglando sus actuaciones porque suele ver puerta (43 goles en 42 partidos de eliminatoria) pero la presencia de Benzema en el XI ya es insostenible. Enfrente, la primera aparición de Mbappé acabó en gol de Rabiot tras un taconazo sutil de Neymar. El gol afectó gravemente al Madrid, hasta que Lo Celso salió al rescate. Hay quien acusa al árbitro de casero por ese penalty, yo creo que un arbitro verdaderamente casero tenía fácil expulsar al mediocentro tras agarrar a Kroos, pues estaba apercibido.

Tras el descanso hubo un rato de tanteo. Un gol francés sería mucho más decisivo que uno español, pero pese a ello Emery renunció a Di María, incluso a Pastore, y lo que reforzó fue el centro del campo, sacando del mismo a Cavani. Ahí domió el PSG y el 1-2 se antojaba inevitable, mientras nos quedábamos afónicos de gritar a Zidane que moviese el banco, pues su único envite había sido un insulso Bale por un insulsísimo Benzema. En el 80′ fue el doble cambio. Se fueron Isco, cansado, y Casemiro, prescindible toda la noche. El Madrid desplegó sus alas y nos regaló 10 minutos de ésos que nos han hecho temidos en Europa.

La eliminatoria está bastante de cara. Si marcamos en París seguramente consigamos clasificarnos, pero la irregularidad del equipo este curso y su falta de gol nos obligan a ser prudentes. Pero la sonrisa en la boca perdura al día siguiente.

Real Madrid 5 – Real Sociedad 2. Ataque equilibrado

Los XI de hoy. El ataque equilibrado

1 NAVAS

2 CARVAJAL       5 VARANE     4 RAMOS     12 MARCELO

10 MODRIC               8 KROOS

17 VÁZQUEZ                                     20 ASENSIO

9 BENZEMA             7 RONALDO

  • 22 ISCO x 17
  • 23 KOVACIC x 10
  • 11 BALE x 20

Zidane repitió ante la Real Sociedad el centro del campo y la delantera que goleó al Sevilla en el mejor partido que hemos visto este año en el Bernabéu, y otra vez disfrutamos de 45′ de neta superioridad sobre el rival. Fue la demostración de que Casemiro es prescindible en muchos de los partidos del Bernabéu y que cuando las bandas las ocupan jugadores como Asensio y Vázquez, el derroche físico de ambos nos permite ejercer una presión alta en la salida de balón del rival que suele ser definitiva. La pregunta es, ¿por qué no jugamos siempre con este dibujo? ¿Por qué no repiten en el XI los que lo han hecho bien hoy? Y sobre todo, ¿por qué no sale del XI quien lo hace mal?

En el primer minuto ya íbamos ganando. Ronaldo colocó un buen balón y Vázquez cabeceó con maestría al fondo de la red. Adelantarse en el marcador dio confianza al equipo, y dominó el partido de cabo a rabo, con Asensio en plan estelar, moviéndose entre líneas con gran criterio. Este chico debería jugar más, sin duda.

Como fruta madura cayeron los goles: Ronaldo a pase de Marcelo, Kroos a pase de Vázquez, Ronaldo tras corner botado por Kroos. Parecían tan fáciles lo goles que no entendemos que en otros días no consigamos marcar. Bueno, fáciles para todos excepto para Benzema, ese número 9 que en febrero lleva dos goles en liga y que está negadísimo con el gol. Su alineación domingo tras domingo es inexplicable. Si lo queremos para que «abra espacios, se mueva y de asistencias» lo que queremos es que haga de Isco. Para eso, ponemos a Isco, ¿no?

En el segundo tiempo el Madrid se relajó, pero esta vez es comprensible. Con tanta ventaja en el marcador y el PSG a cuatro días, no era cuestión de forzar la máquina. Acortó la Real Sociedad la distancias, marcó Ronaldo su tercer gol e Illarra tuvo tiempo de cumplir con la «maldición del ex». El partido acabó con otro fallo clamoroso de Benzema, el Bernabéu pitando y luego Zidane dijo en rueda de prensa que no sabe por qué pitan al francés.

Nuestro entrenador es un cachondo.