Bayern Munich 1 – Real Madrid 2. Nuestro estilo es ganar.

1 NAVAS

2 CARVAJAL       4 RAMOS      5 VARANE      12 MARCELO

14 CASEMIRO

10 MODRIC           8 KROOS

17 VÁZQUEZ         7 RONALDO            22 ISCO

  • 20 ASENSIO x 22
  • 9 BENZEMA x 2
  • 23 KOVACIC x 14

El Real Madrid sacó un extraordinario botín del Allianz Arena de Munich. Visitar ese campo solía ser como ir al dentista, pero ahora se nos da casi tan bien como el Calderón. Las tres últimas visitas se han saldado con sendas victorias, con un global de 2-8 en goles. Podemos ganar incluso sin merecerlo, como esta noche. El Bayern nos ha tenido contra las cuerdas en buenas fases del partido, pero al final, dos directos a la mandíbula alemana nos han traído la victoria.

El partido empezó con un extraño XI del Madrid. Vázquez era la principal novedad en una alineación un tanto asimétrica, pues no había quien compensara la balanza en la banda contraria, siendo Isco interior y no extremo. Precisamente el malagueño sufrió en el primer minuto una entrada de Boateng merecedora de mayor sanción. En ese lance se lesionó en el hombro el de Arroyo de la Miel, que fue sustituído en el descanso. Cinco minuto después se lesionó Arjen Robben. Qué recuerdos.

Empezó mejor el Bayern pero el Madrid se desperezó poco a poco, sobre todo cuando Modric empezó a tocar el balón. Pero cuando mejor estábamos, marcó el Bayern por medio de su buen lateral derecho, Kimmich, que aprovechó la autopista que existe normalmente en nuestro flanco derecho. El gol, otra vez, demostró que nuestro portero no es propio de nuestro equipo. Luego paró alguna, sólo faltaría, pero en todos los partidos compromete al equipo.

El gol nos sentó como a mí el tequila. El Bayern comenzó a apretar más y más y el Madrid daba tumbos sobre el verde. Cayó un balón llovido al borde del área y Marcelo empaló una volea ganadora. Fue como si se nos apareciese el fantasma de Anelka, que el 9 de mayo de 2000 marcó un cabezazo en esa misma portería cuando caían chuzos de punta. Un golazo que llegó en el mejor momento, al filo del descanso.

La reanudación nos trajo a Asensio sobre el césped. El mallorquín se pegó a la línea de cal izquierda y equilibró el equipo. Era un partido grande, así que Marco dejaría su sello. En una contra tiró una pared con Vázquez y definió como lo hacen los buenos, dando un pase a la red que el portero no pudiese cazar. 1-2.

La última media hora nos mostró a dos equipos agotados. El Bayern sólo metía miedo a balón parado, y el Madrid no sabía si aguantar el buen resultado o ampliar el marcador. Marcó Ronaldo, pero el gol fue anulado por mano previa. Benzema, que salió por Carvajal lesionado, tuvo la ocasión más clara. En los últimos 10 minutos el Bayern asedió como suelen hacerlo los grandes en su campo, pero un inconmensurable Ramos sostuvo la defensa, en la que Lucas Vázquez hacía de improvisado lateral derecho.  Así que, dentro de seis días, defenderemos un excelente resultado en el Bernabéu. Qué largos se van a hacer…

Málaga 1 – Real Madrid 2. Amistoso en primavera

Isco, excusándose por marcar de falta

1 NAVAS

2 CARVAJAL          4 RAMOS           3 VALLEJO      15 THEO

14 CASEMIRO           23 KOVACIC

17 VÁZQUEZ           22 ISCO          20 ASENSIO

9 BENZEMA

  • 24 CEBALLOS x 23
  • 21 MAYORAL x 22

Dada la actuación en liga del Madrid este curso, los partidos que restan hasta que el campeonato finalice tienen un tufillo de torneo veraniego. El Madrid tienen los ojos puestos en la Copa de Europa, donde está a tres partidos del título, y da la sensación de que el liga le da igual ser 2º, 3º o 4º. Gana los partidos jugando en tercera, como ocurrió en La Rosaleda. El Madrid se presentó en el campo del Málaga sin Modric, Ronaldo ni Bale. Tan poca chicha tenía el partido que hasta Ceballos jugó un rato. En ese poquito tiempo volvió a demostrar que es inexplicable que ZZ no lo use más.

Curiosamente, la alineación que dispuso Zidane hizo que Isco jugase en la posición donde más rinde: el centro de la media punta en el 4-2-3-1 . Con dos escuderos por detrás el malagueño apenas tiene que esforzarse en defensa, y cuando recibe tiene opción para jugar en ambas bandas y en punta. La consecuencia fue un partido majestuoso, coronado con un gol de libre directo y una asistencia. Cuando fue sustituido, el público que un día fue el suyo le dedicó una ovación cerrada.

El gol de Isco es el segundo del curso de falta en toda la liga. El primero lo marcó Asensio en la jornada 2. Es increíble que dichos lanzadores no lo sean de forma más frecuente; lamentablemente Ronaldo o Ramos suelen usar sus galones en perjuicio del equipo cuando hay que ejecutar un free kick

Pese a que el resultado parece corto, el partido nunca peligró. El Málaga, que marcó en el último minuto del descuento,  sólo pudo marcar otro en el primer tiempo,  tras un fallo grosero de Casemiro – el brasileño anda gris estos días – que Navas desbarató. Y, como todo el año, si el 9 del Madrid tuviese un mínimo de efectividad de cara a portería, hoy hubiese marcado dos o tres goles. Benzema no lo tiene. Tuvo su momento, pero ya no puede ser jugador del Madrid. Por cierto, el «sutil toque al balón» previo al segundo gol no es sino un arabesco innecesario.

Real Madrid 1 – Juventus 3. Al borde

1 NAVAS

2 CARVAJAL       3 VALLEJO      5 VARANE       12 MARCELO

14 CASEMIRO

10 MODRIC                              8 KROOS

22 ISCO

11 BALE          7 RONALDO

  • 20 ASENSIO x 14
  • 17 VÁZQUEZ x 11
  • 23 KOVACIC x 10

Cuando campeaba el 0-3 en el marcador y la Juventus tenía más opciones que el Real Madrid de estar en bombo de semifinales pensé en lo poco afortunado que había resultado el título que puse a la crónica del partido de ida. “Asunto resuelto”. Resuelto por los cojones, sí.

Comenzamos el partido de la peor manera posible, encajando en el minuto 2. Imagino que Zidane pensó en que la Juve querría dominar y alineó a Bale y Ronaldo en punta para aprovechar su velocidad. Isco, en posición de enganche, les lanzaría balones al espacio como un quaterback. Una línea de tres centrocampistas detrás y la clásica defensa de cuatro. El imberbe Vallejo, casi inédito este año, jugó de titular por las bajas de Nacho y Ramos. No cometió errores de bulto, pero el pobre pareció saturado. Algunas veces sus compañeros no le pasaban el balón por no comprometerle. Era como tener uno menos para sacar el balón.

El primer gol llegó con un remate de cabeza de Mandzukic, que aprovechó su envergadura para saltar más que Carvajal y marcar de cabeza un centro franco que llegó, como tantas veces, desde el lado que debiese defender Marcelo. El primer gol no nos metió el miedo en el cuerpo: la ventaja aún era magra. El Madrid empezó a tocar, con Modric e Isco conduciendo con maestría. La sensación entonces era que el empate llegaría pronto. Pudo marcar Bale, pero falló ante Buffon y despiés ejecutó un taconazo propio de un marciano. El de gales necesita un milagro para jugar el año que viene en nuestro equipo. Su sustitución de ayer en el descanso parece una condena definitiva: a nadie le pareció mal.

Llegó el gol, marcado por Isco. Muy parecido al que marcó al Atleti el año pasado en semifinales. El árbitro anuló el gol por orsay, que si lo hubo fue por el pelo de una gamba. Si el trencilla tenía intención de ayudarnos como insinúan los lloricas podía haberlo hecho entonces y no esperar al 93. El Madrid dominaba pero no marcaba. La falta de gol, que tanto daño ha hecho este curso, pareció reaparecer en el peor momento. Da la sensación de que sólo Ronaldo puede marcar. Tiró Kroos desde el borde del área, pero rebotó en un defensa. Tuvo Isco un mano a mano que desbarató Buffon. La Juve se limitaba a cargarse de amarillas, patada tras patada. Pensé que un gol del Madrid o una expulsión bianconera daría carpetazo al partido. Pero en el 36′ llegó el 0-2, un calco del primero, aunque el remate era más flojo y mal colocado. Navas debió haberlo parado. El Madrid es un equipo – como el Bayern, como el Barça, como el City … – en el que cada posición la ocupa un jugador Top 5.  El portero del Madrid no está entre los 20 mejores del mundo. Alguna para, sólo faltaría, pero da la misma seguridad que un título de la URJC.

En el descanso la grada estaba lúgubre. El resultado era preocupante. Justo en el 45′ cabeceó Varane al larguero. Con el 1-2 nos hubiésemos comido el bocata con más ánimo, seguro. Comenzaba entonces la segunda mitad con una sorpresa mayúscula. Zidane movía el banquillo, y por partida doble. Bale y Casemiro dejaban su hueco a Vázquez y Asensio. El Madrid plantaba un centro del campo con cinco peloteros, una gozada para el fútbol de toque, pero encargaba a Ronaldo toda la producción goleadora. Durante un cuarto de hora seguimos buscando el gol, aunque también la Juve se estiraba. Y en el 60′ se apagó la luz. La Juve marcó el 0-3 y puso tablas en la eliminatoria en una jugada que puede marcar el futuro de Navas. El error fue grosero, se le escapó el balón como si fuese un besugo. Quedaba media hora y nos abocábamos a la prórroga, con el agravante de que Ahora un gol blanquinegro valdría doble. El Madrid se había metido en un lío morrocotudo. Después de 24 horas riéndonos de cómo la Roma había eliminado al Barça, andábamos cerca de protagonizar de forma negativa la mayor remontada de la historia del Torneo. Nunca un equipo locar había desaprovechado un 0-3 de la ida. Teníamos que marcar sí o sí impidendo a toda costa encajar un gol. Casi nada. La Juve dio un paso atrás, como si se tomase un respiro. El Madrid buscaba el gol, pero Buffon lo impidó de nuevo en un buen tiro de Isco. Asensio desperdició un libre directo. Se acababa el tiempo.

Se decretaron 3 minutos de alargue.

En el último de los 3 ocurrió la jugada del partido.

Centro al segundo palo. Ronaldo lo gana de cabeza y el balón cae a Vázquez en posición de remate franco. Cuando se dispone a rematar, Benattia le arrolla por detrás. En directo, el penalty es evidente. Se monta una tangana. Buffon, un portero legendario acostumbrado a despedidas dramáticas, ve la roja. Imposible no acordarse de la roja de Zidane en el Mundial 06, justo después de que Buffon le impidiese ser campeón del mundo.  Ronaldo coje el balón bajo el brazo y pasan más de cuatro minutos hasta que el penalty se ejecuta. En esos cuatro minutos el portugués tiene sobantesre sus hombros la responsabilidad de arreglar una noche que se había puesto azul oscura, casi negra. Higuaín dejaba su sitio a un portero de nombre impronunciable: Szczesny. Ronaldo respira, el Bernabéu toma aire.

Gol.

El penalty fue un pepinazo que entró cerca de la escuadra. Los italianos se morían de rabia, habían remado y morían en la orilla. Apenas hubo tiempo para colgar un balón al área blanca. En el minuto 100 acabó la eliminatoria de cuartos de final más emocionante que se recuerda. En mi cabeza sonaban las fanfarrias del final de Rocky. El Madrid está en el bombo de semis por octavo año consecutivo.  El fútbol es maravilloso por lo impredecible que es.

Real Madrid 1 – Atletico de Madrid 1- Déjà vu

Este penalty se fue al limbo. Era el minuto 10

1 NAVAS

2 CARVAJAL         5 VARANE       4 RAMOS      12 MARCELO

8 KROOS                23 KOVACIC

17 VÁZQUEZ                                        20 ASENSIO

7 RONALDO         11 BALE

  • 9 BENZEMA x 7
  • 22 ISCO x 20
  • 10 MODRIC x 23

El duelo de esta liga en el Bernabéu entre los dos equipos de la capital ha sido un calco al que se produjo el pasado año, también en primavera. El Madrid se adelanta, el Atleti empata y aunque parece que los locales hemos dominado, también los rojiblancos han tenido alguna ocasión clara. No tengo claro que hayamos merecido la victoria, pero sí que su jugador más decisivo ha sido Jan Oblak, su portero.

Entre la imposibilidad de campeonar de ambos equipos y la colocación del derby entre los cuartos de final de la competición europea, el partido nació descafeinado. Zidane salió son sus mejores creadores de juego: Modric e Isco. Imagino que en su cabeza estaba concedecerles la última media hora de juego si el partido estaba por decidirse, como así fue. Lo que no entraba en nuestros planes era el otro cambio que hizo el entrenador galo.

El primer tiempo fue un monólogo blanco. Tuvimos el balón, pusimos el juego, atacamos una y otra vez – 11 corners – y acabamos con dos tiros al palo. Además Kroos fue objeto de un penalty evidente que se fue al limbo. Del Atleti sólo se recuerda una galopada de Diego Costa que Navas desbarató bien. El acoso del Madrid alcanzó su cénit en los minutos finales, con un disparo de Marcelo a la cruceta.

Cuando el partido se reanudó, por fin Ronaldo abrió la lata. Fue un buen remate, de primeras, a pase de Bale. Cruzó el balón lejos del alcance del fenomenal portero rojiblanco. Lo difícil estabe hecho, igual que hace un año, cuando marcó Pepe. Sólo había que aguantar un ratillo… pero no fuimos capaces. Apenas cuatro minutos después marco Griezmann aprovechando una duda de la defensa madridista. Parecía como si el gol blanco hubiese activado al Atleti, que tuvo un trozo bueno de juego y pudo marcar el 1-2 por medio de Koke, pero Navas estuvo bien. Entonces Zidane quitó a Ronaldo y sacó a Benzema. El estado de forma de ambos y sus opuestas rachas de cara al gol hacían de este cambio una locura. Cuando salieron Isco y Modric a ocupar las posiciones de interior – pasando el equipo al 4-3-3 volvimos a controlar el juego. Pero no llegó el gol. Lo rozó Ramos lanzando una falta, pero Oblak siguió luciéndose. Con tablas acabó la tarde, y el Barça frotándose las manos. Como el curso pasado. Un deja vu.