FC Barcelona 5 – Real Madrid 1. Exceso tras exceso.

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VAR, pa qué te quiero

25 COURTOIS

6 NACHO        5 VARANE     4 RAMOS     12 MARCELO

14 CASEMIRO

10 MODRIC                         8 KROOS

11 BALE       9 BENZEMA       22 ISCO

  • 17 VÁZQUEZ x 5
  • 20 ASENSIO x 11
  • 7 MARIANO x 12

El Madrid salió hoy vapuleado del Nou Camp en lo que parece que va a ser el epitafio de Lopetegui como entrenador del Madrid. Hay que ver cómo es la vida: con la que se lió en junio cuando se hizo público su fichaje y apenas ha durado 3 meses. Seguro que cuando decidió abandonar la selección tras el Mundial él no pensaba encontrarse lo que se ha encontrado en el Bernabéu: un equipo cerrado por derribo. Claro que también se ha ganado el vasco el despido. La gestión de los fichajes como MarianoVinicius, u Odriozola es claramente mejorable.

Desde la final de Kiev, todas las deciones que ha tomado la junta directiva han sido arriesgadas a priori y equivocadas a posteriori. Si el mejor goleador se quiere ir no hay más remedio que aceptarlo, pero hay que hacer un esfuerzo y sustituirlo por un jugador top.  No se hizo. La columna vertebral, lo que Luis Aragonés llamaba el pasillo de seguridad, pasa la treintena – RamosModricBenzema – y no se fichó sustituto para ninguno de ellos. Cuando ganas la Copa de Europa todo pasa a un segundo plano, pero si acabas la liga a 17 puntos del campeón es que hay que meter bisturí en la plantilla.  Zidane lo vio y como no encontró disposición de operar en la directiva salió por patas. Entonces llegó Lope y aunque tuvimos un ligero fulgor en el primer mes de competición, desde la derrota en Sevilla el equipo no levanta cabeza. Ahora somos una colección de zombies, y falta saber si la mala gestión nos fastidia una temporada o dos, que sería lo que ocurriría si no estamos entre los cuatro primeros cuando acabe el año.

Centrándonos en la noche de hoy, el 5-1 es un castigo excesivo. El Madrid fue inferior en el primer tiempo, pero también es cierto que el penalty absurdo que cometió Varane y después decretó el VAR rompió la noche. Con 2-0 Julen se movió un poquillo al descanso y colocó una defensa de 3 con dos carrileros largos: Vázquez y Marcelo. A partir de ahí hubo media hora buena del Madrid, con gol de Marcelo, tiro al palo de Modric, penalty a Isco no pitado – por no tirarse, tiene cojones –  y dominio claro del Madrid. Pero el Barcelona tiene entrenador, lo vio y actuó. Los dos cambios de Valverde inclinaron de nuevo la balanza hacia el lado local. El tercer gol de Suárez acabó con nuestra esperanza, aunque si el uruguayo llega a ser expulsado cuando poco pisó el tobillo de Nacho de forma terrible quizá no nos hubiésemos llevado la «manita«. Por cierto, si el VAR no ve cosas como estas en mi opinión no sirve de nada. Llegó entonces el castigo excesivo en una noche negra, en la que no faltaron ni las lesiones de Varane y Marcelo. Da miedo pensar cómo hubiése sido el partido de estar Messi sano.

En los últimos 15′ volvió el Madrid errático y esperpéntico, con Ramos perdiendo el balón cual juvenil, Courtois que no para ni un taxi y Benzema fallando lo infallable. Caían los goles en contra, incluso por medio de Vidal, ese antiejemplo de todo, mientras la esperanza de Lopetegui de triunfar en el Madrid desaparecía como lágrimas en la lluvia. La goleada fue excesiva, sí. Como lo fue pensar que Benzema y Bale se repartirían los goles de Ronaldo. Como  que Mariano era una solución. Como gastarnos 500 MM en cubrir el estadio sin aumentar el aforo. De exceso en exceso vamos. Y así estamos.

CSKA 1 – Real Madrid 0. La cera que arde

1 NAVAS

2 CARVAJAL           5 VARANE            6 RAMOS     23 REGUILLON

14 CASEMIRO           8 KROOS

17 VÁZQUEZ     9 BENZEMA     20 ASENSIO

  • 19 ODRIOZOLA x 2
  • 7 MARIANO x 17
  • 10 MODRIC x 14

Mi hijo mayor tiene 11 años y pico. Nació en mayo de 2007. Nunca en su vida había visto al Real Madrid encadenar tres partidos consecutivos sin marcar gol, dado que la última vez que tuvimos tan nefasta marca fue en enero de ese año, Capello mediante. Nuestro equipo ha tenido épocas en las que se caracterizaba por una asombrosa pegada, con delanteros que si los agitabas caían goles. Y no  solo los delanteros: todo el equipo tenía capacidad goleadora: Ramos, Varane o Casemiro son espléndidos cabeceadores,  Asensio y Kroos tiran bien desde lejos, incluso laterales como Marcelo acaban el año con 4 ó 5 dianas.

Ahora no es así y ese es el principal problema a arreglar. Los equipos se cierran y el Madrid no sabe cómo abrir el melón. Nadie intenta el uno contra uno, apenas hay remates… Y así es muy difícil el éxito. Si además cometemos un error tan grosero como el de Kroos cuando apenas llevábamos un minuto de juego y concedemos un gol, damos al rival un argumento estupendo para cerrarse atrás. Al CSKA le salió ayer el partido soñado: un gol tempranero y a aguantar. Para el Madrid fue una pesadilla. Los jugadores parecían calzar botas de plomo, porque todo lo hacían muy despacio. Nuestro juego fue previsible, un chollo para cualquier defensa cerrada. Es increíble el paralelismo que tuvo el partido con el que se jugó en julio en el mismo escenario entre las selecciones de España y Rusia. Un equipo que domina pero no genera ocasiones y el otro que se defiende con cierta comodidad y al final sale victorioso. Es como si el destino le hubiese guardado a Lopetegui la humillación de la que le privó Rubiales.

Y es que no hay más cera que la que arde. La plantilla del Madrid ya no es como antaño: los suplentes no dan el nivel. Si tú quitas a Marcelo, Ramos, Isco y Bale a la vez el equipo se resiente. Además son cuatro goleadores. La producción goleadora se quedó bajo mínimos

La derrota no es muy grave – sigo pensando que seremos primeros de grupo: basta con no perder en el Olímpico de Roma y ganar lo demás -; pero no se si hay solución. Si la hay, pasa por lo que tantas veces hemos hecho en nuestra historia: hacer hueco al Castilla. Hay que dejar de insistir con Benzema y Vázquez arriba y dar minutos a Mariano y a Vinicius. Si no funcionan, año en blanco, qué le vamos a hacer. Pero por lo menos que prueben.

 

Real Madrid 0 – Atlético 0. ¡Cobarde!

25 COURTOIS

2 CARVAJAL           4 RAMOS        5 VARANE        6 NACHO

14 CASEMIRO

10 MODRIC                 8 KROOS

11 BALE             9 BENZEMA              20 ASENSIO

  • 24 CEBALLOS x 11
  • 17 VÁZQUEZ x 10
  • 28 VINICIUS JR x 9

Hace año y medio el Madrid se jugaba sentenciar la liga en casa contra el FC Barcelona. Estábamos en inferioridad numérica y perdíamos 1-2. Conseguimos empatar con gol de James, y lo sensato entonces era aguantar el empate, pero ese día el Madrid no fue conformista: fuimos a por el partido, y en la última jugada encajamos el 2-3. Ese día salió mal, pero yo me sentí orgulloso de la valentía de mi equipo. Hoy contra el Atleti, en casa, el Madrid ha sido cobarde.

El primer tiempo fue del Atleti, cuyos dos delanteros gozaron de sendos mano a mano ante Courtois. El belga comenzó a justificar su fichaje con varias acciones de mérito. Además, da gusto verle mandar en el juego aéreo. Y hablando de juego aéreo, el Madrid ha perdido mordiente en esa faceta. Bale, Ramos ,Varane o Casemiro son cabeceadores imponentes. Kroos o Modric pueden colocar la pelota donde quieran… pues aún así, nuestras faltas laterales y nuestros corners son yermos, uno tras otro. Ahí nos faltan otros cuantos goles, no son todos de CR7. Notamos también que, al no estar Marcelo, la banda izquierda dejó de producir ataque. Al tiempo, dejó de ser un coladero.

Lopetegui debió pensar que, tras la derrota del Pizjuán, hoy era más importante no perder que ganar. Tras un primer tiempo de dominio rojiblanco, en el segundo el Madrid dominó con claridad. La entrada de Ceballos – quizá el mejor madridista de la noche – nos hizo controlar el centro del campo. Pero no había ocasiones, apenas una de Asensio que Oblak detuvo estupendamente. Si a falta de 15 minutos agitas la delantera, igual caen los frutos. Para mí, agitar la delantera no es que salga el improductivo Lucas Vázquez ni mantener a Benzema sobre el césped hasta el descuento. Mariano y Vinicius son lo más vertical que tenemos. Si en el banco estuviesen Cavani o Lewandosky les sacaría a ellos, pero la cera que hay es la que arde y el cesto hay que hacerlo con estos mimbres. Lopetegui decidió que ni cesto ni hostias: total, el Barsa había empatado y seguíamos colíderes con el 0-0. Una pena.