Por tercer año consecutivo, el Madrid lucirá en la camiseta la escarapela que le acredita como Campeón del Mundo de clubes. Es un torneo paradójico, pues es más fácil ganarlo que jugarlo. Los «antis» dirá que el Madrid lo ha ganado tras imponerse al Al Ain y al Kashima, equipos de un nivel paupérrimo, pero no es menos cierto que para ganar el torneo ha habido que ganar al Liverpool una final y eliminar a doble partido a Bayern Munich, Juventus y PSG, ni más ni menos que los campeones que las cuatro principales ligas europeas en las que no juega el Madrid.
No podemos escribir gran cosa de este partido, más propio de un torneo veraniego que de uno oficial. Mäs allá de la goleada, el partido deja la confirmación de Marcos Llorente, que ha aprovechado la ausencia de Casemiro para hacerse un hueco en el medio centro. Jugador de pedigree madridista, generoso en el despliegue y hábil con el balón. Justo en eso supera a Casemiro, porque el brasileño, tan efectivo en la producción, da grima cuando intenta sacar el balón jugado. Llorente redondeó grandes partidos con el segundo gol, un buen chut desde fuera del área. Antes había abierto la lata Modric, con un zurdazo también desde lejos. El croata ha redondeado un 2018 en el que, sin hacer su mejor juego, ha recibido todos los galardones posibles, premiando quizá una trayectoria. Su temporada fue buena hasta después del mundial, pero desde agosto hasta diciembre hay que buscar con lupa sus buenas aportaciones. Y buena falta que hacen, porque cuando Modric está bien es la viga maestra.
Marcaron también Ramos y Vinicius. El camero consiguió cabecear solo en el área, y el brasileño, como ante el Valladolid, marcó tras rebotar el balón en un defensa. Todo suma.
El partido también sirvió para comprobar que Solari tiene fe en Lucas Vázquez, a quien pone muy abierto en el flanco derecho, con Bale en el contrario. Quizá la mejor decisión del entrenador argentino es poner al galés donde más brilla. Este torneo ha servido para que Solari pueda presumir de haber ganado un título con el Madrid. Ójala gane más. Ójala gane todos. Ójala tengamos que volver a jugar en diciembre esta pachanga de verano.