
1 NAVAS
2 CARVAJAL 5 VARANE 4 RAMOS 23 REGUILLÓN
14 CASEMIRO
10 MODRIC 8 KROOS
17 VÁZQUEZ 9 BENZEMA 28 VINICIUS JR.
- 11 BALE x 17
- 15 VALVERDE x 14
- 20 ASENSIO x 28
El FC Barcelona ha añadido a su exitosa racha en el Bernabéu una nueva forma de ganar: sin jugar al fútbol. No hace mucho, desde Barcelona nos vendían que la única forma de jugar bien al fútbol era como lo hacía el equipo que entrenó Guardiola, con Xavi a la cabeza. Hoy fue el Madrid el que puso el fútbol pero el Barcelona metió los goles. Con dos disparos a puerta, consiguió marcar tres veces. Enfrente, la patética delantera formada por Vázquez, Benzema y Vinicius Jr. se mostraba amenazante como un cuchillo de postre. Daba la sensación que podrían irse los culés al vestuario en el descanso y nuestros delanteros seguirían sin marcar.
El resultado es engañoso. La primera hora fue dominada por el Madrid, con varias ocasiones desperdiciadas por Vinicius y Benzema. El equipo se mostraba ordenado y llegaba varias veces al tiempo que no concedía ocasiones, pero insisto: no metemos un gol al arco iris. Con Suárez jugando por cualquiera de los 3 delanteros blancos, la eliminatoria hubiese quedado resuelta en el primer tiempo. Pero no, nos comimos el bocata con las gafas en el marcardor. 0-0
Pensé entonces que el equipo que consiguiese marcar primero se clasificaría para la final. Imaginaba un único gol en el segundo tiempo, pero me equivoqué. Apareció el mosquito Dembele y colocó desde cada una de las bandas sendos balones de gol y reventó la eliminatoria. Luego llegó la puntilla, con un penalty a lo panenka que ejecutó Suárez. No hubo suerte, claro, pues el penalty llegó cuando Casemiro ocupaba la posición de central mientras atendían a Varane, lesionado, fuera del campo. Pero la diferencia de nivel en los jugadores de ataque era abismal. A un lado, Suárez, Dembele y Messi. Al otro, los patéticos.
Ousmane Dembele fue fichado por 140 MM por el FC Barcelona hace dos años, un poco antes de los 170 MM que invirtieron en Coutinho hace poco más de un año. El Barcelona tiene su dinero en el campo, mientras el Real Madrid anda llenando la hucha para construir una cubierta retráctil. Desde que en 2014 llegó James al Madrid, no hemos hecho ningún fichaje de relumbrón, salvo quizá Courtois y porque estaba de saldo. Y se han ido Cristiano Ronaldo, Di María, Pepe, Khedira, Morata o el propio James, todos titulares en sus selecciones. Se ha ingresado un pingüe capital en muchos de estos traspasos, pero ¿dónde está? Desde luego, por el césped no aparece.
La copa ya no la vamos a ganar. La liga es una quimera. En Champions podremos pasar contra el Ajax, sí, pero somos uno de los equipos que todo el mundo quiere que le toque en cuartos de final. Todo suena a cambio de ciclo, más aún cuando la columna vertebral (Ramos – Modric – Benzema) sobrepasa la treinta. Había que reinventar el equipo y Florentino Pérez decidió hacerlo en plan Moneyball: fichando barato y dejando que los jóvenes se fogueen. Para eso es necesaria una dosis de paciencia de que la afición madridista adolece. Aquí hay que llegar aprendido.