Frustrante empate en el primer partido en casa de este curso. Costó mucho marcar un gol, que no llegó hasta el minuto 82, y una vez con ventaja en el marcador el equipo no supo gestionarla, y una absurda pérdida de Kroos en la medular desembocó en el empate de los pucelanos apenas seis minutos después. Y ya no hubo tiempo de remontar nada. No hubo tanta suerte como el curso pasado, cuando una carambola de Vinicius nos dio los tres puntos ante el equipo vallisoletano. Aquella vez se fueron sin un merecido premio, hoy se llevaron premio sin merecimiento.
Con la vuelta de James a la titularidad, los diez jugadores de campo formaban parte de la plantilla hace cinco años. Eso quiere decir que la política de fichajes desde entonces no ha sido correcta, pues nadie ha demostrado ser mejor que quienes ya estaban. Es descorazonador ver que tenemos el mismo equipo que entonces, aunque todos cinco años mayores, y sin el estilete que lucíamos entonces: Crisitano Ronaldo.
Y el caso es que el Madrid jugó bien, al menos en el primer tiempo. Con una medular repleta de calidad en la que Isco y James ejercían de volantes, el partido estaba totalmente controlado. Poco a poco se iban creando ocasiones, hasta el punto que los visitantes llegaron al descanso enarbolando la bandera blanca.
Tras el descanso Zidane movió el banquillo y no pudo hacerlo peor. Sacó a Vinicius, que está empanadísimo y demuestra en cada jugada que no tiene nivel para la élite y aJovic, un rematador de nula participación en el juego, y quitó a los dos volantes. El equipo se perdió en un 4-2-4 y el partido pasó a ser una ruleta rusa. Kroos y Casemiro se sintieron nadando en el océano, incapaces de controlar nada. Pero Benzema cazó un balón al borde del área y se sacó de la chistera un gran chut a la media vuelta. Parecía que salía cara.
Al marcar el gol, cualquier entrenador con un mínimo oficio hubiese sacado a Valverde, o incluso a Militao, para apuntalar la defensa y el centro del campo. Lo más difícil estaba hecho, sólo había que aguantar un poquillo. Pero no se produjo el cambio, Kroos perdió el balón y en un gran contraataque el Valladolid consiguió empatar.
Se nos quedó cara de tontos, claro. Pero, bien pensado; si juegan los mismos de siempre, ¿cómo no iba a pasar lo de siempre?