FC Barcelona 0 – Real Madrid 0. Sitio sin conquista.

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Definición del pelo de una gamba

13 COURTOIS

2 CARVAJAL             5 VARANE           4 RAMOS         23 MENDY

14 CASEMIRO

15 VALVERDE                              8 KROOS

22 ISO

11 BALE             9 BENZEMA

Viendo el partido, imaginé el sitio de una ciudad medieval que al final no era conquistada.

El Madrid ha pasado el partido en el campo del Barcelona, y el equipo culé no era capaz de salir de su área casi nunca. El despliegue físico de los blancos ha sido antológico, pero la falta de gol nos ha condenado una vez más. Sólo en una ocasión conseguimos perforar la meta de Ter Stegen, pero el VAR decretó orsay de Mendy al principio de una jugada. Llama la atención la precisión con la que el videoarbitraje capta ese tipo de jugadas y la ceguera que mostró una hora antes, cuando Varane sufrió dos penalties en el mismo minuto que se fueron al limbo. Pero somos el Madrid y nuestro señorío nos impide quejarnos. Gajes del oficio.

Zidane blindó el centro del campo con 4 hombres. Casemiro y Valverde lucieron en el corte y la anticipación. Kroos aportaba toque y precisión e Isco, que jugó en su posición ideal, pegado al 9, lució. ZZ Fió la delantera a la explosividad de Bale y la seda de Karim. No casan bien, la verdad. No es descabellado pensar que con Hazard en el sitio del galés nos hubiese ido mejor, pues mezcla mejor el belga con Benzema. No obstante, el partido de Bale fue más que correcto. Estuvo generoso en el esfuerzo defensivo. También podemos pensar que con Marcelo en el sitio de Mendy hubiésemos tenido más presencia ofensiva, aunque en este caso la estabilidad que da en francés en defensa fue muy necesaria.

Del Barcelona sólo hubo noticias cuando caía el balón en las botas de Messi. No obstante, el argentino ya no es el jugador desequilibrante de antes, o quizá esté peor acompañado por sus compañeros. No llegó a tirar a puerta en toda la noche.

Tras este empate, el Madrid se mantiene colider, pero ya hemos visitado los cuatro campos más peligrosos de la liga. Hemos salido del Wanda, Mestalla, Nou Camp y Sánchez Pizjuán sin conocer la derrota en ninguno de ellos. En la segunda vuelta los cuatro tienen que devolver visita en La Castellana. Hay que hacer del Bernabéu un fortín. Mañana pensaremos en eso. Hoy es noche para huir del resultadismo y estar orgullosos del partido que hemos hecho allí donde tantas veces nos hemos vuelto avergonzados.

 

 

Valencia CF 1 – Real Madrid 1. Resistencia a la derrota

Hasta ahí subió Courtois para darle de cabeza.

13 COURTOIS

2 CARVAJAL                  5 VARANE           4 RAMOS              6 NACHO

15 VALVERDE           8 KROOS

10 MODRIC                                               22 ISCO

27 RODRYGO            9 BENZEMA

  • 25 VINICIUS x 27
  • 11 BALE x 22
  • 18 JOVIC x 10

El punto que salvó el Real Madrid sobre la bocina vale su peso en oro. Más allá de sumar en la clasificación, supone seguir con una única derrota en liga y reafirma que es muy difícil ganar a este equipo. Y sobre todo, hizo aflorar la característica que más alegrías nos ha dado a los de blanco y más disgustos a los rivales: la resistencia a la derrota. Son legendarios algunos de nuestros goles casi al final: aquel de Carvajal en la Supercopa ante el Sevilla, el de Ramos en Lisboa o los de la finales de Copa del Rey ante el Barça de Bale y Ronaldo. En el minuto que precede al gol hay otro anulado a Jovic por orsay y una jugada de Benzema que rozó el penalty. El Madrid perdía y moría en el área rival, luchando hasta el final. Éso fue lo mejor del partido.

Lo peor, otra vez, la mala confección de la plantilla. Las cuatro amonestaciones de Casemiro nos obligaron a salir sin él, y como no existe otro 5 tapón en la plantilla cubrir su baja implica un efecto dominó en el que Valverde pasa a hacer de Casemiro, Kroos de Valverde, Isco de Kroos y Modric de Isco. Nadie en su sitio por no tener un suplente definido. El descoloque de la medular unido a la ausencia de Hazard – más importante de lo que parece – hizo del Madrid un equipo plano. Controló el juego, sobre todo al principio, pero las ocasiones no eran sino tiros lejanos. Fue encomiable el trabajo defensivo sí, pero yo no quiero a Isco o a Modric para correr tras el balón. JuLos dos estuvieron grises y los dos por el mismo motivo, aunque el malagueño tenga peor prensa que el croata. garon de interiores sin apenas pisar el centro y acabaron ambos siendo sustituidos.

El Valencia supo defenderse bien y consiguió adelantarse en una contra en la que un pase atrás dejó a Carlos Soler el gol en bandeja. Por supuesto, el gol vino por el ala de Nacho, quien tuvo que ponerse de lateral izquierdo tras 75 días de baja ante las ausencias de Marcelo y Mendy. Fue un coladero toda la noche. Parecía más sensato haber puesto ahí a Militao, incluso a Bale. Faltaban 10′ y la sombra de la derrota planeaba sobre las cabezas blancas. Bueno, verdes menta. El Madrid buscó la victoria con tesón y acabó con 4 delanteros sobre el césped. Pese a ello, el héroe fue Courtois, que subió a ayudar en el último corner y conectó un cabezazo propio de un experto delantero. El rechace cayó a Garay, que se hizo un lío para despejar y Benzema aprovechó para fusilar desde cerca. Este gol es canela en rama.

Alavés 1 – Real Madrid 2. Artistas con el mono puesto

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13 COURTOIS

2 CARVAJAL            3 MILITAO        4 RAMOS          12 MARCELO

14 CASEMIRO

10 MODRIC                   8 KROOS

22 ISCO

11 BALE              9 BENZEMA

  • 27 RODRYGO x 11
  • 15 VALVERDE x 10
  • 23 MENDY x 22

Partido clásico del fútbol del norte. Lluvía y frío conformando un día de perros, por mucho que fuese la hora del vermú. El Madrid sacó tres puntos en Mendizorroza de los que todo el mundo coincide que son los que a la postre dan las ligas. El Alavés es muy fiable en casa defensivamente: hasta nuestra visita sólo había encajado 2 goles como local.

Zidane hizo un cambio por línea en el XI inicial, portería incluída. Mantuvo el 4-4-2 con centro del campo en rombo y dejando arriba a Bale con Benzema. Más allá del esquema, la clave es que los once salgan enchufados desde el primer minuto, y respondan con atención las exigencias del partido. Claro que eso no es fácil cuando no estás habituado a competir: militao nos lo demostró en el minuto 6, donde llegó tarde y provocó un penaltito, que bien nos podían haber pitado pero que el árbitro decidió que no era . Tan seguro estaba que, no sólo no consultó con el VAR sino que mostró tarjeta amarilla al delantero golpeado. Las imágenes demostraron que el contacto era evidente.

Más allá de esa jugada, el Madrid llevaba el peso del partido. Los cuatro centrocampistas movían deprisa el balón, con mención especial para Isco, a quien muchos habíamos enterrado después de un año para olvidar y, si mantiene este nivel, será difícil que salga del equipo titular. Un pase del malagueño a la cabeza de Bale casi acaba en el primer gol, pero el balón dio en el palo. Rondó el Madrid el gol pero al descanso llegamos empate a cero, con la lluvia cada vez más fuerte.

A los 10′ de la reanudación marcó el Madrid el primer gol. Kroos sacó una falta lateral y Ramos marca de cabeza. Hacía tiempo que no aprovechábamos el balón parado, difícil de entender con la nómina de cabeceadores que tenemos en el equipo. Lo más difícil era abrir el melón. Ahora sólo habría que aguantar… Aunque el Alavés dio un paso al frente, tomó el balón y se puso a tacar como si no hubiese un mañana. No habían pasado ni 10′ cuando Ramos cometió un absurdo penalty sobre Lucas Pérez, que el propio gallego se encargó de transformar. Lo que Ramos te da, Ramos te quita.

Afortunadamente marcamos poco después. De no ser así, el partido se habría puesto en chino mandarín. Modric avanzó por el carril del 8, colgó el balón para que Isco entrase con todo al remate. Entre Pacheco y el poste evitaron el gol en primera instancia, pero Carvajal, atento al quite, lo mandó al fondo de la red.

El Madrid no permitiría que le empatasen de nuevo. Respondió al empuje local con rigor, y defendió con coraje y atención ataque tras ataque local – incluídos cinco corners consecutivos – . Hubo 8 minutos de descuento, en los que la ocasión más clara la tuvo el  recién ingresado Valverde para hacer el que hubiese sido el tercer gol del Madrid.  No llegó, pero tampoco hizo falta.