Real Betis 2 – Real Madrid 1. La revolución pendiente

13 COURTOIS

3 MILITAO                5 VARANE               4 RAMOS

17 VÁZQUEZ           14 CASEMIRO           8 KROOS      12 MARCELO

10 MODRIC          9 BENZEMA           25 VINICIUS

  • 23 MENDY x 12
  • 24 MARIANO  x 8
  • 15 VALVERDE x 10

De manera inexplicable, el Madrid ha jugado el peor partido del año en su visita al Villamarín, en dura competencia con el que jugó en Mallorca en otoño. No puedo entender la suplencia de Mendy y de Valverde en el partido de hoy. Zidane propuso una alineación con Vázquez y Marcelo como carrileros. Ninguno de los dos da el nivel para jugar en primera división. Además, el centro del campo naufragó de cabo a rabo. No en vano, Kroos y Modric fueron sustituidos antes de acabar el partido. Pero, otra vez, Zinedine movió el banquillo tarde y mal. Después de la ilusionante victoria ante el FC Barcelona en el Bernabéu que nos concedía el liderato, el Madrid ha vuelto a la senda de la mediocridad. De los nueve puntos en juego ante Celta, Levante y Betis, que no son precisamente la clase alta de la liga, el Madrid ha ganado uno. El Betis es uno de los peores equipos de la liga a nivel defensivo. Estadísticamente podemos comprobar que es el que menos balones recupera. Pues hoy ha marcado dos veces tras recuperar sendos balones. Este dato da una idea del nivel al que ha jugado hoy el Real Madrid.

El Betis marcó primero. Lo hizo con un zapatazo de Sidnei precedido de una jugada embarullada en la que pudo haber penalty. El barullo despistó a Courtois, que no pareció atento al remate del central verdiblanco. Que no digo yo que de estar atento lo hubiese parado, pero le faltó tensión a nuestro guardameta. Pero el Betis es tan desastroso tácticamente que cometió un error de juvenil en el descuento del primer tiempo. Bartra subió a encimar a Benzema hasta la medular y eso provocó un agujero en el punto de penalty bético. Sidnei dio otro zapatazo, esta vez a Marcelo, y el evidente penalty lo transformó Benzema. Con este gol, nuestro fenomenal número 9 cumple su estadística de un gol mensual (lleva 3 en 2020). Esperemos que el que marque en abril sea en jugada.

El empate fue un indulto para el Madrid. Esperábamos reacción desde el banquillo, como ocurrió el día del Atleti, y que entrasen jugadores con más energía. No fue así. El único cambio que se hizo pronto fue el obligado de Mendy por la lesión de Marcelo. Es la cuarta lesión muscular del brasileño este curso. Marcelo, como otros de la plantilla, debería debutar en el Corazón Classic  Match ante el Oporto con el Madrid de veteranos.

El Betis perdonó el 2-1 con una cabalgada de Joaquín en la que el del Puerto se quedó sin energía tras driblar a Courtois. Corría el 70′ y llegaron los cambios: salieron Kroos y Modric del césped para que entrasen el entusiasta Mariano y el imprescindible Valverde. Ahí tuvimos 10′ buenos, en los que pudo llegar un gol del Madrid.  Con 1-1 Mendy remató al larguero un chut con la derecha, que venía de un rebote tras un tiro lejano de Joel como pudo. Pero nuestra victoria hubiese sido injusta.

En el 81′ llegó la puntilla. Zidane fue uno de los artífices del gol del Betis: la salida de Mariano hizo que Benzema retrasase su posición hasta casi el centro del campo. Si pones a un atacante en tareas defensivas es fácil que te la líe, como así fue. Un pase horizontal y horrososo del francés hacia Ramos fue interceptado por Tello que corrió libre hacia Courtois y le batió por bajo. La jugada fue clavada a la que ocurrió en el último minuto de la Supercopa, Morata mediante, pero no siempre está Valverde para arreglar estos desastres de los demás. Marcó el Betis y el recurso para remontar fue, otra vez, mandar a la cabra loca de Ramos a jugar de delantero centro. Sus actuaciones suelen basarse en hacer falta al saltar. Suele ser el mejor defensor del contrario.

Es muy duro admitirlo, pero no nos conviene ganar esta liga. No sé si lo conseguiremos, porque el FC Barcelona juega igual o peor que nosotros, aunque cierto es que ellos cuentan con dos factores diferenciales: Messi y el VAR. Quizá ganen ellos la liga, haciéndonos entonces un favor. Conviene un batacazo sideral para que llegue la revolución pendiente. Que no consiste en fichar gente a lo loco, pues el año pasado se invirtieron 300 MM de €, pues sólo con los jóvenes que tenemos y con los cedidos que volverán tenemos un equipo más que apañado. La revolución consiste en que Marcelo, Sergio Ramos, Modric, y Benzema pierdan el papel protagonista que tienen, y en que Lucas Vazquez  o Bale no tapen el sitio a Rodrygo. Esa revolución, necesaria, nunca la hará Zidane. El marsellés es consciente de que con estos jugadores ganó tres veces seguidas la Copa de Europa. Se siente en deuda con ellos y nunca les enseñará la puerta. Así que la revolución ha de empezar por el banquillo, con un entrenador que nada deba a nadie.

Real Madrid 2 – FC Barcelona 0. Con más ganas, ganas.

captura-del-pase-de-la-jugada-del-1-0-del-real-madrid-frente-al-barcelona-en-liga-2019-20-captura-movistarlaliga
La mano de Kroos indica la jugada un segundo antes de ejecutarla

13 COURTOIS

2 CARVAJAL              5 VARANE               4 RAMOS            12 MARCELO

14 CASEMIRO            8 KROOS

15 VALVERDE                   22 ISCO                   25 VINICIUS

9 BENZEMA

  • 10 MODIC x 22
  • 17 VÁZQUEZ x 15
  • 24 MARIANO x 9

Tras una amarga derrota ante el Manchester City en el Bernabéu, el Real Madrid ha recuperado el liderato ganando al líder en casa. Pese a tener un día menos de descanso que el Barcelona, el Madrid se ha mostrado muy superior físicamente a su rival. La victoria se ha fraguado en base a una presión muy adelantada a lo largo del segundo tiempo, en el que el Madrid ha merecido con creces la victoria. Da la sensación de que el Madrid hoy ha tenido más ganas de ganar que su rival.

Sorprendió Zidane alineando a Marcelo en el lateral izquierdo en lugar del pujante Mendy. En el fondo, Zidane es fiel a sus pretorianos, y siempre lo será: no en vano con ellos ganó las tres Champions seguidas. En el XI de hoy había 8 jugadores que fueron titulares en las míticas noches de Cardiff y de Kiev. El Madrid salió bien, ordenado en la presión pero yermo en ataque. Nuestras ofensivas se concentraban en el flanco izquierdo. Vinicius era nuestro estilete pero el brasileño sigue escogiendo mal su última decisión, desesperando a la grada. Pese a tener el partido controlado, fue nuestro portero el único exigido en el primer tiempo, en sendas ocasiones de ArthurMessi.  El Barcelona fue mejor desde el 25′ al 45′, pero ahí apareció nuestro portero. Courtois, tras unos partidos de duda, volvió a estar bien esta noche. No en vano, consiguió que su portería permaneciese a cero en una visita del Barcelona, cosa que no pasaba en liga desde hace 13 años.

Tras la reanudación, el Madrid dio un paso al frente. Quizá el punto de inflexión fue un formidable tiro de Isco desde fuera del área que Ter Stegen repelió a mano cambiada de forma magistral. Ahí el Madrid se dio cuenta que podía hacer daño adelantando líneas.  Y vaya si lo hizo. Acto seguido un cabezazo, también obra de Isco, lo sacó Piqué bajo palos. Benzema remató alto en la última premonición del gol. Marcó VInicius, con un chut de cerca que Piqué desvió a puerta de forma decisiva. Pero lo mejor de la jugada fue el pase que Toni Kroos indicó con su brazo y ejecutó con su pie con precisión de cirujano al desmarque de Vinicius. El jugador alemán en clave en nuestra medular. Sigo sin entender por qué no jugó ante el City, sobre todo cuando cogimos ventaja.

El Barcelona intentó estirarse pero no consiguió generar peligro real en ningún momento. Zidane movió el banquillo con dudoso criterio: pues cuando todos esperábamos que reforzara la defensa, los tres hombres de refresco fueron ofensivos. Y salió cara, porque el último de ellos, el tenaz Mariano, fue quién sentenció el partido con una galopada pegado a la línea de cal que acabó en gol. El Bernabéu, que llevaba varias noches amargas consecutivas, explotó de jubilo consciente de haber salvado una bola de partido. Cinco puntos y el goal average en contra hubiesen sido demasiada carga sobre los maltrechos hombros del madridismo.