
1 COURTOIS
19 ODRIOZOLA 5 VARANE 4 RAMOS 12 MARCELO
14 CASEMIRO
15 VALVERDE 10 MODRIC 22 ISCO
9 BENZEMA 18 JOVIC
2 CARVAJAL X 19
11 ASENSIO X 22
20 VINICIUS X 18
16 MAYORAL X 9
Desde que el Real Madrid ganó el doblete en 2018, inició una decadencia que no cesa. Los mejores jugadores del equipo (Ramos, Benzema, Modric… ) pasan de la treintena, así que cada año suyo será peor que el anterior. Y los que han llegado tienen un nivel futbolístico bastante inferior. En otra época, Jovic, Vinicius u Odriozola llevarían una camiseta blanca porque serían jugadores del Albacete Balompié. Hoy juegan en el Real Madrid.
Hoy puso Zidane a dos interiores por delante de Casemiro y Valverde. Fueron Isco y Modric, los jugadores con más clase de la plantilla. El malagueño se ofrece constantemente, pero le falta un punto de velocidad que le hace ser un jugador intrascendente. De vez en cuando devuelve la bola al primer toque, algo extraordinario en este equipo, pero esta noche no aportó casi nada. Modric sigue siendo un jugador maravilloso, pero el físico ya no le acompaña como antes. Pudo marcar un gol de pillo tras robar al borde del área: su entrega es intachable, pero cada partido suyo es una bala menos en la recámara. Pero claro, mientras Marcelo esté en la plantilla Isco y Modric parecerán unos mozalbetes. El brasileño está para ser suplente de Roberto Carlos en el Madrid de veteranos. Su caída al borde del área para ¿intentar? parar una contra vallisoletana fue dantesca.
En el primer tiempo el Madrid dominó, pero una vez más con menos profundidad que un hoyo de golf. Pudo llegar el gol, claro, pues Roberto respondió con sendas paradas de mérito a remates de Valverde y de Jovic, pero no da la sensación de que pueda llegar el gol. Si acaso en contra, porque pese al dominio madridista Courtois tuvo que intervenir Así que en el 60′ ZZ cambió el dibujo y puso extremos: Vinicius por la izquierda y Asensio por la derecha. Sacar extremos y quitar al delantero que puede rematar no parece muy sensato. El equipo mejoró unos gramos, tampoco mucho, pero en el 70′ llegó el gol nuestro de cada día, obra de Vinicius tras pase de un defensa pucelano, que insistía en pedir fuera de juego después de dar la asistencia. Un máquina.
No hubo más goles. Por si acaso nos ilusionábamos, Vinicius perdonó un mano a mano en la última jugada del partido. Otra victoria por la mínima en un partido clavado al del año pasado ante el mismo equipo… pero tenemos dos puntos más que aquella vez.