1 COURTOIS
17 LUCAS V 4 VARANE 3 MILITAO 23 MENDY
14 CASEMIRO
10 MODRIC 8 KROOS
11 ASENSIO 9 BENZEMA 7 HAZARD
20 VINI x 7
19 ODRIOZOLA x 11
22 ISCO x 10
Tras los fiascos de la última semana en SuperCopa y en Copa del Rey, el Madrid volvía a la liga. Lo hizo con el XI de gala – salvo las ausencias por lesión de Carvajal y de Ramos – y todos estuvieron atentos, con los cinco sentidos en lo que están haciendo. Este Madrid sólo puede rascar algo cuando se toma los partidos en serio y nadie comete errores gruesos. Ante el Elche, Carvajal cometió un penalty absurdo, ante el Athletic fue Lucas V, que poco antes había sido fundamental en el primer gol en contra. Ante el Alcoyano (sí, sí, incluso ante el Alcoyano) Vini perdió la marca en un corner de manera lamentable, lo que provocó el empate local. Este equipo no tiene un goleador superclase de ésos que marcan goles de la nada. Nos cuesta demasiado marcar como para poder reponernos ante un gol en contra. Como dijo aquel, salimos con un plan que funciona hasta que nos dan la primera hostia.
Si en lugar de recibir el primer golpe lo damos nosotros, la cosa cambia. Rondó el gol en un doble remate de Benzema que acabó en corner, y fruto de ese corner marcó Casemiro de cabeza. Muchas de nuestras opciones pasan por conseguir más rentabilidad en las jugadas a balón parado. Nuestra nómina de cabeceadores es considerable, y además esta vez no andaba por ahí Ramos para hacer una falta que invalidase la jugada. Con 0-1 las piernas pesan menos, los jugadores se atreven más de igual forma que el equipo rival se abre y concede más espacios. Modric y Kroos gobernaron el partido. Pronto llegó el segundo, un buen chut de Bezema tras un taconazo, o intento, de Hazard. El belga sigue lejos del nivel que mostró en sus mejores años en Londres. Le seguiremos esperando, seguramente porque no hay otro remedio y porque mientras el suplente sea Vinicius siempre será mejor idea que juegue el cementerio de gofres. Un pase maravilloso de Kroos fue un regalo para el belga, que no desaprovechó y marcó el tercero. Aún no había llegado el descanso y parece que, por un día, tendríamos un día tranquilo.
EL Alavés salió de la caseta con la clara instrucción de repartir estopa. Si perdemos, al menos que se vayan caliente. Aplicaron lo que los atléticos llaman intensidad y no es sino violencia, siempre con la anuencia del Hernández Hernández, árbitro de la tarde. Falta a falta, fueron ganando terreno los blanquiazules y consiguieron anotar un gol cuando faltaba más de media hora. Otra vez un error grueso: Casemiro rompe el fuera de juego y Militao, que estuvo bien toda la tarde, pierde la marca de forma infame. Si llegamos a ir 0-0, el partido se nos va. Pero teníamos ventaja. Aún así, Modric sacó a relucir el interior de su pie derecho para poner a Benzema en franca ventaja, balón en carrera y sitio por delante. El francés definió como los grandes delanteros, cruzando el balón al palo contrario. Con el cuarto dimitió el Alavés – dejó hasta de dar leña – y Bettonni, que hacía de Zidane, dio carrete a dos de los proscritos de Alcoy: Odriozola e Isco. Su incidencia en el partido fue nula, pero a veces interesa agotar los cambios para que los no habituales recuperen sensaciones.