El Madrid ganó un partido de forma agónica. Si no fuese porque la definición del campeonato no dependía sólo de nuestro equipo, si con ganar hubiésemos sido campeores, este desenlace sería recordado durante décadas. Pero cuando Modric anotó el gol de la vitoria blanca, ya en el tiempo del descuento, las noticias que llegaban desde Valladolid confirmaban que el Atlético de Madrid no había cumplido con su leyenda de «pupas» y había ganado en Pucela para sumar su décimo título de liga. Enhorabuena a los colchoneros tanto por ganar el título, cimentado en una asombrosa primera vuelta en la que los rojiblancos conquistaron 50 puntos. El Atleti dio primero y luego aguantó la presión que ejercieron Barcelona y Real Madrid. Llegaron a tener 11 puntos de ventaja los atléticos, y han ganado la liga con sólo 2 puntos más que el Madrid. Los culés se cayeron tres jornadas antes de la lucha, pero el Madrid luchó hasta el final.
No empezó bien la tarde, pues Jeremy Pino acertó con la portería de Courtois en el minuto 20 para establecer el 0-1. Este gol colocaba quinto al Villarreal en liga. EL gol dejó groogy al Madrid, que no sonsiguió rematar en todo el primer tiempo.
El segundo arrancó mejor. Militao rondó el gol en un cabezazo tras corner, y poco después Benzemá marcó pero el VAR, demoníaco invento, anuló el gol. En otros tiempos, el gol sería válido porque Benzema estaba en línea con Pau Torres, defensa amarillo, pero el videoarbitraje ha cambiado el reglamento de forma sibilina. Falló el francés una ocasión clarísima tras pase de Rodrygo, que había entrado por el desesperante Vinicius. El francés, solo ante Rulli, mandó fuera la pelota. Pero sí que acertó en el 86, colocando el balón en la escuadra derecha de la portería del Villarreal. En Pucela ya ganaba el Atleti, pero era por la mínima. Necesitábamos dos goles, uno blanco y otro con rayas violetas. Todos tuvimos a Tamudo en la cabeza en ese momento, cuando en 2007 marcó un gol en el Nou Camp que acercó la liga a Concha Espina. Hicimos nuestra parte, pues Modric marcó en el 92, pero su celebración se vio truncada cuando, desde la grada, Sergio Ramos indicaba el marcador desfavorable del Nuevo José Zorrilla. Nos quedamos sin liga, pero hicimos todo lo que estaba en nuestra mano. Culmina así un año en blanco, el primero desde 2010.