
1 COURTOIS
17 LUCAS V. 3 MILITAO 6 NACHO 4 ALABA
14 CASEMIRO
15 VALVERDE 22 ISCO
18 BALE 9 BENZEMA 7 HAZARD
20 VINI JR X 7
21 RODRYGO X 18
11 ASENSIO X 22
2 CARVAJAL X 17
16 JOVIC X 15
El partido de la segunda jornada del Madrid fue una montaña rusa. Lo tuvo ganado y perdido, así que no parece descabellado que acabase en empate. Fue un partido caótico y claro, la estrella fue Vini, que en el caos brilla como una estrella.
Es frustante, eso sí, que el arrollador dominio del primer tiempo acabase con un único gol de ventaja – y repensado por el VAR -. Si nos llegamos a ir al descanso con una ventaja mayor, quizá los tres puntos no se nos hubiesen escapado. El único gol lo marcó Bale, a pase de Benzema a quien había habilitado Alaba desde el carril izquierdo. Desde entonces, el dominio del Madrid fue total, con Isco como director de juego – aunque cuando parte desde tan atrás nunca es decisivo. Pese a que jugó su mejor partido en meses, el malagueño se equivocó al intentar el gol con una vaselina cuando tenía a Alaba solo al lado. Ahí pudo estar el 2-0.
Pero el Madrid salió del vestuario con otra actitud. La concentración se quedó en la caseta y antes del primer minuto había empatado el Levante. El gol tiene un punto de mala suerte, pues Courtois toca el balón y consigue desacelerarlo, pero acabó cruzando la raya de gol como la tortuga de Aquiles cruzó la meta. También tuvo un fallo grosero de Lucas Vazquez, que no tira el fuera de juego y habilita al delantero para que marque. Lucas no puede jugar de 2 salvo emergencia, y si hay en el banquillo dos especialistas – Carvajal y Odriozola – no veo por ningún lado la emergencia. Total, empate y diez minutos después otro fallo en cadena acaba enel segundo gol de los locales, golazo de Campaña. Ante la adversidad, Carlo mueve el banquillo. Lo hizo como un autónoma, cambiando en las bandas abueletes (Bale dejó un gol y ya; Hazard ni éso) por negretes y ¡sorpresa! sacando a Isco para colocar a Asensio de interior. Más allá de que Isco estába siendo de los mejores, sacar a Asensio de centrocampista no puede salir bien. Si el mallorquín nos tiene acostumbrados a la intrascendencia jugando en punta, no lo va ha hacer mejor si lo colocas más atrás, donde le quitas una de sus pocas armas, el tiro a puerta. En ese momento ví el partido más perdido que el barco del arroz.
El Levante se replegó y el Madrid no conseguía tirar a puerta, pero un robo de Carvajal hizo que el balón llegara a Casemiro. Éste buscó la velocidad de Vinicius como hacía Guti buscando a Ronaldo Nazario. Vinicius no es Ronaldo… pero esta vez lo fue. Condujo con precisión y velocidad y definió con la zurda con la tranquilidad que tantas veces hemos hechado de menos en el bueno de Vini Jr. QUedaba un cuarto de hora, lo difícil ya estaba hecho. Había que meter otro… y no encajar.
Igual que salimos despistados del descanso, lo hizcimos de la pausa de hidratación. Una falta lateral rebotó en Alaba, que habilitó sin querer a Rober Pier. Este muchacho, que llevaba dos años sin meter gol, hizo diana cuando quedaban 11 minutos. El partido volvía a estar perdido. E
Salió Jovic y pudo marcar de cabeza pero Aitor respondió con reflejos. Carvajal pudo marcar en esa misma jugada, pero Vezo sacó el balón bajo palos. El balón acabó en corner y el corner acabó en gol. Vini Jr dobló a Benzemá por el carril del 10 y definió con lo que los brasileños llaman «tres dedos», un golpeo casi imposible, vete a saber si voluntario, pero el balón dibujó la trayectoria que todos queríamos. Empate de nuevo y la sensación de que Vini estaba tan encendido que nos daría el partido. No pasó ni un minuto cuando Rodrygo buscó a Vini en velocidad y éste se escabapa hacia el gol driblando al portero granota, que tocó el balón con la mano y fue expulsado. Con un descuento generoso, el Madrid tendría 10 minutos de superioridad numérica ante un equipo que tenía de portero a un jugador de campo. Igual que hace una hora, ahí el partido lo ví ganado. Pero inexplicablemente el Madrid no disparó a puerta ni una sola vez. El Levante se defendió bien, perdió todo el tiempo que pudo y durmió el partido ante la complaciencia del árbitro – que debió descontar más – y la desesperación que provica la inoperancia de nuestro equipo. Al final, tablas, y la sensación de que tenemos mucho margen de mejora en la parte defensiva.