Manchester City 4 – Real Madrid 3. Los delanteros arreglan el desastre de Ancelotti

1 COURTOIS

2 CARVAJAL 3 MILITAO 4 ALABA 23 MENDY

15 VALVERDE 8 KROOS 10 MODRIC

21 RODRYGO 9 BENZEMA 20 VINI JR

  • 6 NACHO x 4
  • 25 CAMAVINGA x 21
  • 19 CEBALLOS x 10
  • 11 ASENSIO x 20

Las semis de Copa de Europa son partidos del más alto nivel. Si cometes un error, el rival olerá la sangre y se tirará a por tí. Ancelotti colocó a Kroos como medio centro en un centro del campo de tres. Éso igual funciona en casa contra el Alavés, pero aquí no. Igual que colocar a un central tocado como Alaba – en el descanso salió Nacho por él – . Guardiola será un capullo, pero es un magnífico entrenador. Estudió al rival y actuó en consecuencia. En el minuto 10 ya ganaba por dos goles. El primero viene del típico balón que corta Casemiro, y en el segundo Alaba carece absolutamente de la contundencia propia de un central. Se ponía el partido como para batir el record del Barça cuando el Bayern le clavó 8.

Pero somos el Madrid, y ese escudo con forma de despertador es capaz de conseguir cosas inexplicables. En un parpadeo, el entrañable Modric roba el balón, Mendy colgó el balón sin aparente peligro y Benzema embocó a la red de zurda. Un gol de delantero puro: coloca el cuerpo para evitar al defensa y cruza el balón donde el portero no la alcanzará. De repente, la oceánica superioridad en el campo era mínima en el marcador.

Hasta tres veces se produjo lo mismo.

Una locura.

El City se estiraba, tenía ocasiones claras, marcaba un gol y cuando nadie lo esperaba el Madrid recortaba la ventaja en el marcador. Lo consiguió Vini Jr en una cabalgada de 70 metros memorable. Empieza con el regate sin tocar el balón marca de la casa y corre como un demonio, conduciendo el balón con destreza. Hace un año, al definir se hubiese equivocado, pero ahora es capaz de rematar con tranquilidad, y con un toque sutil lo mandó a la jaula. Y lo consiguió Benzema al transformar un penalty a lo panenka. Los dos fallos en El Sadar de hace cuatro días colocan este lanzamiento en su justo valor. Karim Benzema es el jugador del año.

En el debe del Madrid están los cuatro goles encajados. El tercero retrató a Mendy, que falla el paso y vuelve andando; y el cuarto llega después de una falta cometida por Kroos. Camavinga se queda quieto, el árbitro se echa el pito a la boca pero no llega a silbar, el juego sigue y Bernardo Silva quita las telarañas a la escuadra izquierda de Courtois.

La sensación es que salimos vivos de un asedio. Para la vuelta, esperemos que Ancelotti acierte un poco más: ponga a once sanos y no le tiemble el pulso al tener que sacar a Kroos del campo, inútil toda la noche como D de Django.

Osasuna 1 – Real Madrid 3. A finales de abril descubrimos que hay equipo B

El primero gol de Alaba

1 COURTOIS

17 LUCAS V 3 MILITAO 4 ALABA 6 NACHO

15 VALVERDE 25 CAMAVINGA 19 CEBALLOS

11 ASENSIO 9 BENZEMA 21 RODRYGO

  • 2 CARVAJAL x 17
  • 8 KROOS X 19
  • 22 ISCO X 25
  • 20 VINI JR x 21

Cuando a las 20:00 h ví la alineación, pensé que ojala saliera bien la apuesta con este centro del campo. Me parecía ilusionante. Al acabar el partido cunde la sensación de que Camavinga es un peazo fichaje, que Ceballos tiene hueco en la plantilla y que Valverde seguramente siga corriendo aunque el partido haya terminado. La laureada línea que han formado Casemiro, Modric y Kroos puede descansar de vez en cuando porque hay relevo. Hasta Isco, que parecía retirado, jugó un rato al final. La plantilla es más extensa de lo que ha usado Carlo este año.

El Madrid controló el partido de cabo a rabo. Marcó pronto, en el minuto 12 salió bien una jugada ensayada: Ceballos cuelga al segundo palo un libre indirecto, Benzema devuelve la bola al cogollo y Alaba marca rematando en dos tiempos, la segunda vez con la cabeza del peroné. Parecíamos tener la suerte de cara, pues hasta de rebote metíamos gol. Pero en la acción siguiente Osasuna empató. Chimy Ávila centra desde la banda derecha, el balón da en Nacho y Budimir emboca fácil.

El empate fue un fastidio, pero leve. El Madrid controlaba el partido y el gol era cuestión de tiempo. Cuanto antes llegue, mejor, claro, y lo hizo en un momento clave: al filo del descanso. Camavinga la cuelga al área, Ceballos ronda el gol y Asensio lo convierte a placer. Nos íbamos a la caseta cuando nos enteramos de la peor noticia de la noche: Alaba se retiraba lesionado y entraba a jugar Carvajal en el lateral izquierdo. No entiendo que no debutase Rafa Marín, central del Castilla. Era el partido ideal para hacerlo

Al volver del descanso el plan era cerrar el marcador cuando antes. Pudimos hacerlo si Benzema hubiese transformado alguno de los dos claros penalties que cometió Osasuna, pero ejecutó los dos de forma parecida: tiro natural, fuerte aunque no muy ajustado, y Herrera detuvo los dos. De ésto que piensas que es una señal y que al final, pese al dominio, no conseguiríamos los tres puntos. Pero Osasuna no tuvo ni una ocasión de conseguir el empate. Salió Vini Jr casi al fnal y en un suspiro nos regaló dos de sus cabalgadas al ataque. En la primera Isco le dio un pase maravilloso, quien sabe si el último, y el brasilero remató fuera por un palmo. Poco después fue Benzema quien le habilitó y, en lugar de rematar, asistió a Lucas V, que aunque ahora juega de defensa sigue siendo un delantero y sabe rematar al primer toque. Ahí llegó el tercero, la confirmacion de la victoria y el penúltimo paso hacia una liga dominada de cabo a rabo por el Madrid. Como dato, las 14 victorias en 16 partidos jugados de vistante. Ahí queda eso.

Sevilla FC 2 – Real Madrid 3. Domingo de Resurrección

1 COURTOIS

2 CARVAJAL 6 NACHO 4 ALABA 17 LUCAS V

15 VALVERDE 10 MODRIC 25 CAMAVINGA 8 KROOS

9 BENZEMA 20 VINI JR

  • 21 RODRYGO X 25
  • 6 NACHO X 17
  • 11 ASENSIO X 10
  • 24 MARIANO X 9

Cuando al descanso el marcador reflejaba un 2-0 andábamos haciendo cuentas de cómo quedaría la clasificación tras esta derrota. El Madrid estaba muerto. Pero no caímos en la cuenta de que hoy era Domingo de Resurrección, y si hay un equipo que parece volver victorioso de entre los muertos es el equipo blanco, aunque hoy vistiese de verde enfermero. El Madrid le ha dado ¡la vuelta al partido jugando 45′ primorosos, llenos de fe pero sobre todo de fútbol. Los tres goles conseguidos pudieron ser más, pues Bono salvó al menos otros tres cuando ya entraban: de Benzema, de Militao y hasta de Mariano.

Esta segunda parte arregló con creces los errores del primer tiempo, en el que el Sevilla consiguió marcar dos veces en sendos errores de Militao, quizá nuestro mejor defensa. Abandonó la barrera en un libre directo de Rakitic, dejando un hueco por el que entró el balón, y tres minutos después acudió al cruce con Tecatito sin contundencia alguna, facilitando el gol sevillista. Mas allá de estos dos goles apenas hubo ocasiones de gol. Ninguno de los porteros hizo ninguna parada. El Sevilla dominó hasta el 2-0 pero el Madrid despertó y se acercaba con peligro a la puerta de Bono. Pero era un Everest lo que tenía el equipo por delante, pues el Sevilla es el equipo menos goleado de la categoría. Hubo sitio para la polémica: Diego Carlos cometió penalty que no se señaló y Camavinga pudo ser expulsado por segunda amonestación tras una dura entrada sobre Martial.

Del descanso salió Rodrygo por Camavinga y el equipo volvió al 4 3 3. El brasileño volvió a funcionar como revulsivo, como hace cinco días ante el Chelsea, pues anotó al poco de salir tras buen pase de Carvajal desde la línea de fondo. Acortar el marcador en el 50′ dio alas al equipo, que encontró en este gol la fe necesaria para dar la vuelta al partido. Se activó Benzema, empezó a tocarla Modric y pronto llegó el empate en un empalme de Vinicius tras controlar con el deltoides. El árbitro misterioramente interpretó que lo hizo con el biceps. Fue el único que pensaba así. Hasta los tendenciosos comentaristas de Movistar aseguraban que daría el gol porque era legal. No fue así. Y es más grave que lo de Camavinga, pues las dos manos pueden ser revisadas en el VAR, no así la acción del medio francés sobre Martial.

En cualquier caso, el Madrid se sobrepuso al gol anulado y, otra vez a pase de Carvajal, Nacho embocó el empate. Que no era mal resultado, pero el Madrid en días así es insaciable y no se conformaría con un punto. Siguió buscando el gol y llegó en el 92′ por medio de Benzema, que culminó con tranquilidad una buena jugada de Rodrygo. Los tres goles fueron similares: línea de fondo y pase atrás. El fútbol de toda la vida. El árbitro descontó 7 minutos, que finalmente fueron 9, pero no peligró la victoria en ningún momento. A esas alturas, el Madrid ya había resucitado.

Real Madrid 2 – Chelsea 3. Lo nuestro es remontar.

El exterior del pie de Modric. Patrimonio de la humanidad.

1 COURTOIS

2 CARVAJAL 6 NACHO 4 ALABA 23 MENDY

15 VALVERDE 10 MODRIC 14 CASEMIRO 8 KROOS

9 BENZEMA 20 VINI JR

  • 25 CAMAVINGA X 8
  • 21 RODRYGO X 14
  • 17 LUCAS V X 6
  • 19 CEBALLOS X 20

Parecía que la eliminatoria se había resuelto en la ida, pero en el minuto 75 estabamos eliminados porque el marcador reflejaba un 0-3. El ambiente era lúgubre. Un minuto después Courtois evitó el cuarto gol de los londinenses, quinto de no ser por el anulado al nieto de Marquitos. Y ahí estaba el punto de inflexión. De repente, el Madrid generó un par de fogonazos: dos pases maravillosos para dos goles que diesen la vuelta al partido tienen como resultado la clasificación para semifinales. Los del Chelsea, como los del PSG estaban atónitos. No entendían nada. Hicieron todo lo que hay que hacer para superar la eliminatoria pero están eliminados.

Y es que el Madrid sobrevivió al empuje del Chelsea, al erróneo XI que alineó Carlo Ancelotti y que tanto tiempo tardó en arreglar, a las ausencias que revelan lo mal diseñada que está la plantilla… El Chelsea ha tirado 20 veces a puerta, las últimas de ellas ante una defensa formada por Lucas V, Carvajal, Alaba y Marcelo. Son cuatro laterales reconvertidos, pequeñajos que sufrían en cada balón aéreo ante los rivales mucho más altos.

Aunque el Madrid empezó bien, a los 15′ encajó el primer gol en un error memorable de los dos centrales, que abandonaron el centro de la defensa de forma síncrona. Mount marcó con facilidad mientras Carvajal y Mendy intentaban tapar el agujero del centro de la defensa. Llevaba varios días pensando que lo importante era marcar antes que ellos y no lo habíamos conseguido. Llegamos al descanso con ese resultado. El Madrid no tiró entre los tres palos en todo el primer tiempo

Al poco de empezar llegó el segundo gol del Chelsea. Rudiger remató libre de marca un corner e hizo inútil la estirada de Courtois. El panorama era el peor posible, pero en el banquillo no había reacción. EL cambio de Camavinga por Kroos era más que necesario, pues el alemán era un zombie sobre el verde. La posterior actuación del gigante francés dio la razón a todos los que queríamos ese cambio. Pero el partido estaba en el alambre, y llegó el tercer gol, que dolió hasta por su autor, el español y canterano del Madrid Marcos Alonso. Pero el VAR acudió al rescate del Madrid y apreció mano previa al disparo del lateral de los blues. Bien anulado, pero el susto nadie nos lo quita. Los habrá que digan que el gol era legal. No lo era, igual que no era corner el que provocó el segundo gol. Pero estabamos heridos y Timo Werner marcó un nuevo gol, que sí que subió al marcador, tras dos amagos de superclase. El Madrid estaba en la UVI. Entonces apareció la magia del Bernabéu, de las noches europeas, el aquelarre de lo inexplicable.

En el minuto 80 Modric sacó un pase con el exterior de su pie derecho que Rodrigo embocó a la red. Los dos toques de la jugada son prodigiosos. Los ingleses, que se veían clasificados, notaron con pesar que el muerto aún respiraba. Pero la prórroga no tenía buena pinta: su físico era superior y a nuestra defensa sólo le faltaba Blancanieves, los enanitos estaban todos. En el minuto 6 de la prórroga Camavinga robó su enésimo balón y lo envió a la carrera de Vini Jr. Éste, gris toda la noche, por una vez se desaleceró, levantó la cabeza y colocó el esférico suavemente en la cabeza de Karim Benzema. El francés remató para marcar su tercer gol de cabeza en esta eliminatoria, buscando el contrapié del portero Mendy, que va a soñar con su compatriota unos cuantos meses.

Faltaban 25 minutos. El aire olía a penalties. No era fácil, pero el Madrid aguantó en pie. En la prorroga el Chelsea fue peor que en el partido, quizá porque pensaba que ya había eliminado al Madrid. Sufrimos, claro, pero no hubo ocasiones claras de gol. El Martes Santo agonizaba cuando el árbitro decretó el final del partido. Las semifinales nos esperan. 10 de las 12 últimas. Casi nada.