RCD Espanyol 1 – Real Madrid 3. Los finales felices

En la tercera jornada de liga perpetró el Madrid otro partido con incertidumbre en el nudo y final feliz en el desenlace. Se produjo una de esas victorias que tan dulce saben a la parroquia madridista y tanto dolor provocan en los envidiosos antimadridistas que esperaban nuestra caida lamiéndose los labios.

El Madrid salió con el equipo titular salvo los laterales. En el centro del campo se asienta Tchouameni en el lugar que ocupó Casemiro durante tantos años, con Kroos y Modric a los lados. Siempre pensé que el alemnán sería el primer miembro de la CMK en abandonar la titularidad, y aunque se le adelantó Casemiro dado su amor por los billetes, Kroos sigue haciendo oposiciones a abandonar la titularidad. Su partido de ayer fue de los que invitan a pensar que se encuentra en su otoño futbolístico. Arriba, Valverde siguió jugando como extremo derecho, pero sospecho que en los partidos de casa comenzará Rodrygo a jugar en esa posición. Con el incansable urguayo lo que se gana en el centro del campo se pierde en imaginación arriba.

Claro que, si Vini Jr sigue a este nivel, con su imaginación puede servir para ganar los partidos. Durante la primera hora fue un dolor de muelas para la defensa blanquiazul, penetrando una y otra vez en el área, rematando, … no tardó en marcar el primer gol, definiendo con categoría un excelente pase filtrado de Tchouameni. Casemiro nunca dio un pase así.

El partido parecía que se cerraría pronto porque se veía a los de blanco negro muy superiores, pero llegó la relajación visitante y la ebullición local, comandada por Joselu, canterano del Madrid que marcó el empare al filo del descanso. Hay que ver la de goles que marcan los delanteros salidos de la cantera del Madrid. Es un vivero de grandes delanterios… Bueno, menos Mariano.

El empate llegó en un momento decisivo. El Espanyol volvió del descanso pensando que podía meter mano al partido y el Madrid se puso mohino. Hasta el 60′ dominaron los pericos y calentaron los guantes de Courtois, pero cuando Carletto movió el banco renació el Madrid. Salió Camavinga por Modric y se colocó junto a Tchouameni en la medular. A partir de entonces comenzaron las cabalgadas de uno y otro hacia el área contraria. Los dos jóvenes frances son dos portentos físicos, pero cuentan con una calidad nada desdeñable. No son dos troncos, para nada. También salió Rodrygo, que tan buen resultado da cuando sale del banco. Empezaron a llegar las oportunidades del Madrid y se rondaba el gol: hubo uno anulado por orsay, un penalty no pitado a Vini… y por fín en el 88 Rodrygo centró desde la posición de 10 al segundo palo y Benzema marcó. Un gol de 9 puro, de éso que dicen que no es el francés. En Espanyol tuvo la sensación de que moría en la orilla tras pasarse la tarde nadando.

Hubo tiempo para un último gol, resultado final de una esperpética jugada en la que Rodrygo había marcado en fuera de juego, pero antes el portero Lecomte había propinado a Ceballos una patada escandalosa. El árbitro decretó libre directo a favor del Madrid al borde del área y expulsó al portero. Como no quedaban cambios blanquiazules, se colocó un defensa disfrazado de portero bajo los tres palos. Benzema supo que, si mandaba el balón entre los tres palos, sería gol o gol. Dicho y hecho. Los tres puntos volaban a Madrid para completar un pleno de victorias en las tres primeras jornadas.

Real Celta 1 – Real Madrid 4. A rey muerto, rey puesto.

Tchoameni, el nuevo 5 del Madrid

Aún sin digerir la marcha de Casemiro, el Madrid salió en Balaidos con un centro del campo en el que Aurelien Tchoumeni ocuparía el lugar del brasileño. La presión sobre el centrocampista francés, que ya era alta por haber costado 80 MM de euros, se multiplicó desde que salió la noticia. Noventa minutos después, advertimos que el cambio ha sido positivo. Cierto es que una golondrina no hace verano, pero es imposible no ilusionarse ante el partido completado por Tchouameni a sus 22 años. Flanqueado por Camavinga y Modric como interiores, estuvo eficiente en el corte y certero en la salida del balón. Y lo más importante: no se escondió. Pidió constantemente el balón al portero y a los centrales para ayudar en su salida.

El partido se puso de cara pronto: en el minuto 14 precisamente Thouameni ganó un balón por alto que cayó en Alaba y éste remató a puerta. Su disparo se estampó en el brazo de Tapia cuando – creo – iba hacia la portería. El evidente penalty lo marcó Benzema. Pero no fue todo cuesta abajo, pues poco después cometió Militao un penalty igual de claro aunque mucho más evitable, pues saltó con los brazos en alto a defender un balón prácticamente inofesivo de Paciencia. Iago Aspas también hizo bingo, aunque Courtois anduvo cerca de pararlo.

El empate espoleó al Celta, que se vio con posibilidades de meter mano al Madrid. Desde el empate hasta el final del primer tiempo fueron los mejores minutos del Celta, pero Camavinga y Tchoameni exhibieron suficiencia abortando los ataques. Y cuando acababa el primer tiempo, apareció Modric. Recibió en posición de interior zurdo, se desplazó en horizontal quitándose jugadores de encima y colocó el balón pegado a la escuadra izquierda de la portería celeste. Gran gol en el mejor momento, cuando llegábamos al descanso. El Celta ya no existió más y el segundo tiempo sabíamos que el Madrid cerraría el partido.

El tercer gol también nació de los pies de Modric, que lanzó la bola a Vini Jr con una autopista por delante. El brasileño marcó en una de esas ocasiones que hace dos años estampaba en el portero. Su progresión como jugador hace que ahora defina como el mismísimo Ronaldo Nazario, regateando al portero y marcando con la zurda en el 66′. Diez minutos después fue Valverde quien remató con un disparo cruzado una jugada que nos demostró el poderío de Tchouameni saliendo de la cueva con el balón controlado. Y debió llegar un quinto gol, pues dispuso el Madrid de otro penalty en una jugada que comenzó Rüdiger con una carrera casi circense y en la que Benzema fue derribado. El francés quiso animar a Hazard concediéndole el disparo de la pena máxima. El belga, que es en sí mismo una pena máxima, marró el tiro igual que había perdido un par de pases antes. A quienes dicen que sobra Asensio en la plantilla les pregunto si no creen que sería mejor quitarnos de encima a Eden Hazard, quizá la mayor decepción de nuestros fichajes del siglo XXI.

Almería 1 – Real Madrid 2. Inicio con susto

Ahí la puso Alaba

1 Courtois
17 Lucas V. 22 Rüdiger 6 Nacho 23 Mendy
18 Tchouaméni 8 Kroos

15 Valverde 12 Camavinga

9 Benzema 20 Vinícius

  • 10 Modrić x 12 46′ ;
  • 7 Hazard x 18 58´
  • 4 Alaba x 23 74´
  • 14 Casemiro x 8
  • 19 Dani Ceballos x 20 83′

Comienza el Madrid la liga cuando agosto no ha terminado su primera quincena. No me acostumbro a jugar partidos de liga cuando deberíamos estar jugando el Carranza, el Teresa Herrera o el Colombino. El sinsentido es aún mayor cuando las tres primeras jornadas se juegan ANTES de que cierre el mercado de fichajes, por lo que no sabemos cómo será cada equipo aún. Además, este año está el lío de las inscripciones en base a temas económicos. Hay jugadores, como el Betis o el propio Almería, que juegan su primera jornada sin poder disponer de un tercio de su plantilla, mientras no activen las palancas, esto es, mientras no vendan activos o aminoren gastos.

El caso es que salió el Madrid en Almería vestido de color morado – más bien malva, pues el morado nazareno es el glorioso que vestimos en la final de Cardiff, notablemente más oscuro – y con varios cambios sobre el XI que jugó hace tres días en Helsinki. En defensa se estrenó Rudiger, de quien me ha dado por pensar que no es tanto oro como reluce. Rudiger es expeditivo, pero comete errores demasiado groseros como para jugar en el centro de la zaga. En el minuto 6 dio dos pasos atrás que rompieron el fuera de juego y provocaron el primer con de los locales. Jugaron también Lucas V y Nacho, manteniéndose solamente Mendy en su puesto de los teóricos titulares. En la medular también hubo novedades, pues de la CMK sólo jugó Kroos, escoltado por Tchouameni y Camavinga. Ambos parecieron verdes para vestir nuestra camiseta, aunque sea malva. Puede jugar uno, pero el equipo se resiente si juegan los dos juntos.

Con el marcador en contra, el Madrid buscó el gol insistentemente. El portero local, Fernando, batió un record de paradas que estaba vigente desde 2013. Esto tiene dos lecturas: que el portero lo hace bien o que los disparos de los delanteros son fáciles de abortar. Marcó el Madrid por medio de Lucas V al filo del descanso, pero el VAR, ese demonio, anuló el gol. Típico gol que sin video arbitraje era legal porque los jugadores están «en línea», concepto ahora desaparecido.

Pero al volver del descanso todo se arregló. Modric y Hazard sustituyeron a los volantes verdes de los que antes hablábamos y empezaron a caer como fruta madura los goles Tras una jugada embarullada, marcó Lucas V con la zurda – éste sí que valió -. El segundo gol tuvo su miga: falta en la frontal del área ideal para un zurdo. Pero en el campo no había zurdos, si bien Alaba estaba en la banda, ya caliente, listo para entrar. Tan caliente andaba el austriaco que entró en el campo a grandes zancadas, habló con Benzema y Kroos que estaban delante del balón y les pidió ser él quien ejecutase el libre directo. Colocó el balón donde duermen las arañas, en la escuadra izquierda de Fernando. A partir de ahí sólo había que aguantar. Salieron Ceballos y Casemiro para ayudar a tener el balón y la cosa ya no dio más de sí. Tres puntos de agosto para comenzar una liga con tantas cosas raras.

Real Madrid 2 – Eintrach Franckfurt 0. Supercampeones

1 COURTOIS

2 CARVAJAL 3 MILITAO 4 ALABA 23 MENDY

15 VALVERDE 14 CASEMIRO 8 KROOS 10 MODRIC

9 BENZEMA 20 VINI JR

  • 25 CAMAVINGA x 15
  • 19 CEBALLOS x 10
  • 18 TCHOUAMINI X 14
  • 21 RODRYGO x 15
  • 22 RUDIGER X 2

Comienza el Madrid el curso como terminó el anterior: levantando un nuevo título. Este torneo menor es más bien un broche a la anterior temporada, y quizá por éso Carlo alineó a los Xi jugadores que consiguieron la Copa de Europa hace un par de meses ante el Liverpool. Las dos caras nuevas no tuvieron vuelo hasta bien avanzado el segundo tiempo, con el partido ya decidido.

El partido empezó con intercambio de golpes: Courtois apareció cuando debió hacerlo y el Madrid también enseñó los dientes con un tiro cruzado de Vini Jr que acabó en corner. Del corner llegó el primer gol: Benzema gana el salto y Casemiro, pegado al palo, coloca el balón en el pie de Alaba, que marca a placer.

Una vez abierto el marcador, sólo hubo un equipo en el campo. El entusiasta Eintrach se disolvió como azucarillo en leche caliente, y la victoria era prácticamente segura. Pudo marcar Casemiro con un disparo lejano que se estampó en el larguero, pero no el triunfo se selló al poco del descanso, cuando Vini asistió a Benzema que marcó desde el borde del área. A partir de ahí, Carleto agitó el banquillo y puso a jugar a todo el centro del campo disponible, como si quisiera indicar que ésa será la zona más importante este curso.