Rayo Vallecano 3 – Real Madrid 2. Rodilla en tierra

La primera derrota de la liga llego casi furtiva, un lunes de noviembre en el estadio de Vallecas. El Madrid acudió al partido con una defensa fuera de forma y lo pagó caro. Los laterales hicieron aguas una y otra vez, y Alaba no fue lo eficiente que otras veces. Sólo Militao, que además marcó, dio el nivel. Los franjirrojos atacaban como aviones sin que Tchouameni pudiese hacer nada por evitarlo. En días como anoche Casemiro se colocaba entre los dos centrales con una pericia defensiva que Tchouameni aún no ha desarrollado. Cosas de la edad. La ausencia de Kroos y la mala noche de Modric completaron una mezcla de difícil gestión. Y es que a Vallecas no puedes ir a medio gas. El equipo de Iraola mete demasiados voltios al partido como para tomárselo a guasa.

El Rayo se adelantó muy pronto en una jugada fatal defendida. Fue una muestra de lo importante que es la figura del 5 tapón. Comesaña remató fácil un centro del fenomenal lateral franjirrojo, Fran García, uno de ésos productos de Valdebebas que no se explica que no nos quepan en una plantilla en la que están Odriozola, Vallejo o Hazard ocupando una ficha. Fran García es mejor lateral que cualquiera de los que tenemos en nuestra plantilla.

Contra pronóstico, el Madrid dio la vuelta al marcador. Empató de penalty por medio de Modric. Fue penaltito a Asensio y lo pitó el VAR, que parece que últimamente manda más que el del césped. Acto seguido marcó Militao de cabeza el 1-2. Lo difícil estaba hecho, pero negar que el Rayo estaba siendo mejor sería de locos. De hecho, el empate llegó antes del descanso, en un tiro al primer palo en el que Courtois no hizo el milagro que acostumbra.

Al comenzar el segundo tiempo pensé que quien marcase el siguiente gol se llevaría el partido. El Madrid se echó atrás confiando en alguna contra de sus tres puntas, y el Rayo dominaba. Era importante no cometer errores… Carvajal cometió 2. Primero un penalty por saltar aleteando con las manos y después, cuando Courtois detuvo la pena máxima, meterse en el área antes de tiempo y provocar que se repitiese. El muy cenutrio cometió dos penalties. Imposible ganar con gente así. Está horrible, lo que me hace pensar cómo estará entrenando Odriozola para que no sea una alternativa en el 2.

Ancelotti, otra vez, metió los cambios muy tarde, por lo que el asedio del madrid sólo tuvo lugar en los últimos 10′. Si reaccionas antes hay más opciones. Sacó a Mariano – Hazard ya no existe – al tiempo que el Rayo sacó a Falcao. Es de chiste que los delanteros suplentes de Madrid y Rayo sean Mariano y Falcao y no al revés. Era inevitable que la primera derrota de la liga llegase un frío lunes de noviembre: el Rayo se tomó el partido en serio y el Madrid no.

Real Madrid 5 -Celtic Glasgow 1. Aroma añejo

Visitó el Bernabéu el mítico Celtic, primer campeón británico de Europa. Hacía más de 40 años que no lo hacía, lo que propició que la bulliciosa afición verdiblanca viajase en masa hasta Madrid. Era como un partido de la vieja Copa de Europa. Se dio la circunstancia de que arbitró una chica, y lo hizo requetebien. A los veinte minutos, el Madrid llevaba dos penalties a favor, ambos convertidos por Modric y Rodrygo, respectivamente. Estropeó un poco su actuación la colegiada cuando poco después señaló penalty a favor de los escoceses, pero el gran Courtois se encargó de convertir la pena máxima en una anécdota. Ya en serio, fueron tres penaltitos a los que yo no acabo de acostumbrarme. Fueron, eso sí, más claros que el que nos pitaron en contra el domingo ante el Girona y aún nos duele. Con 2-0 llegamos al descanso. No eran ni las ocho de la tarde.

Marcó Vini Jr. al poco de la reanudación a pase de Valverde. Luego Asensio, activo toda la tarde como interior derecho, marcó el cuarto y Valverde, por no ser menos, marcó el quinto de fuerte disparo. Qué imporante es que se repartan los goles, especialmente en esta época en la que Benzema no está al nivel del curso anterior. El francés jugó 30 minutos, y tuvo tiempo para dejar gotas de su calidad, pero sigue lejos de su mejor forma. También salieron un rato Ceballos y hasta el entrañable Vallejo, a quien no veíamos de corto desde la mítica semifinal ante el Manchester City. A todo ésto, los escoceses por fin tuvieron algo que celebrar cuando en el 85 consiguieron un golazo de falta. Todos contentos.

Real Madrid 1 – Girona 1. La justicia injusta.

Nuevo pinchazo en el Bernabéu. Curiosamente, los 4 puntos que no ha ganado el Madrid esta temporada (32 de 36) han volado de la Castellana, y ambos ante equipos que no forman parte de la «élite». Igual que hizo Osasuna, el Girona arrancó un punto en el Bernabéu. Pero esta vez dolió más que el día ante los navarros. Primero, porque cuando el Madrid se adelantó en el mintuto 70 la cosa parecía resuelta. De hecho, si Marco Asensio llega a acertar su disparo a la media vuelta que con tanta brillantez despejó el portero Gazzaniga probablemente el partido acababa ahi´.

Pero cuando nos las prometíamos felices, apareció el videoarbitraje, que llegó para traer justicia al fútbol y lo que ha traído es caos. La mano que sancionó el árbitro a instancias de su amigo de las pantallas no es mano ni de coña. Cualquiera que haya jugado al fúbol lo sabe. Asensio simplemente proteje su cuerpo de un balonazo. Le da en el pecho y después rebota en su antebrazo. Ni el balón va a puerta, ni corta una jugada, ni nada de nada. Es un penalty kafkiano. ¿Que la norma lo dice así? Quitemos al árbitro, entonces, pues la norma sin apreciación puede ser interpretada por una máquina y seguramente cobre menos.

Quedaba tiempo: diez minutos mas el alargue. El Madrid ha rematado la faena al final en muchas ocasiones. Y esta no fue distinta: en una contra el inclasificable Mariano asisitió a Rodrygo que remató una y otra vez ante los rechaces del portero y al final hizo gol. Andaba yo gritándole cuando me di cuenta de que el gol había sido anulado. El árbitro adujo que el portero estaba sujetando el balón cuando marcó Rodrygo. Lo vio a simple vista, pero si desde la sala de videoarbitraje hubiesen comprobado frame a frame la jugada, hubiesen visto que cuando Rodrygo mete la puntera el balón no está controlado. En la imagen se ve bien Esta vez no buscaron una y otra vez la forma de cambiar la decisión, como sí lo habían hecho minutos antes cuando a simple vista no apreciaron mano en la jugada de Asensio. Dos jugadas polémicas, ambas cayeron en nuestra contra. Pero no podemos hablar de mala suerte sino de mala praxis: no se actuó igual en ambas. En la de Asensio, vieron varias veces la jugada hasta que encontraron la mano; en la de Rodrygo no se hizo así y sacaron rápidamente. Nos ponen muy fácil pensar mal.

Evidentemente el Madrid no jugó un buen partido. Especialmente el primer tiempo, donde fuimos lentos y previsibles. Kroos y Modric no estuvieron bien y la ausencia de Benzema se tornó decisiva. Tampoco anduvo listo Ancelotti cuando dejó en el campo precisamente a Kroos y a Modric, ambos con amarilla, y quitó a Valverde (descartamos que el urguayo estuviese cansado porque eso es imposible). Cuando en el minuto 90′ el alemán vio la segunda amarilla la victoria se volvió imposible. Hubo 10 minutos de descuento, pero los jugamos con uno menos y el Girona apenas sufrió. Es decir, que el Madrid tuvo mucha culpa de no ganar. Pero con un arbitraje justo lo hubiese hecho. La justicia esta vez fue injusta