Real Madrid 4 – AD Almería 2. Afinando la puntería

¡Por fin un partido a una hora ideal! En una tarde primaveral, el Paseo de la Castellana era bullicio y alegría infantil. En pleno puente, seguro que muchos niños fueron a un partido en directo por primera vez. Tuvieron suerte, salió un partido entretenido con cuatro goles locales, otras tantas ocasiones clarísimas y una victoria que nunca estuvo en peligro. De hecho, ambos goles visitantes llegaron con tres goles de ventaja en el marcador.

El partido arrancó con Vini Jr percutiendo una y otra vez por el carril del 11. En el minuto 3 dio un buen pase a Benzema, cuyo remate se encontró con el portero, y un minuto después nuestro extremo brasileño alcanzó otra vez la línea de fondo y su pase atrás con el exterior lo mandó Karim a la jaula tras un fantástico movimiento de desmarque. Qué importante es marcar pronto. Qué desequilibrante es Vini Jr.

Hay sectores que dicen que Vini debería dedicarse a jugar, cuando él no hace otra cosa. Intenta jugar, y le paran normalmente con faltas. Pierde los nervios más de lo que debería, sí, pero no le falta razón. Tiene 21 años. Al poco de llegar a España, un jugador del filial del Atleti le mordió la cabeza , y desde entonces ha recibido palos como para construir el Fuerte Randall. Por mucho que proteste, es inconcebible que lleve 10 amarillas en esta liga. Como ha dicho Carlo en rueda de prensa, ni el medio centro más duro, ni el central más expeditivo tienen ese registro. Ah, y en Europa no le pasa. Es sólo en esta mugrienta liga.

Con el 1-0 siguió el dominio y en el 20′ Rodrygo hizo el regate de la tarde. Una pisada por detrás con cierto aire al taconazo de Fernando Redondo en Old Tradford hace 23 años antecedió a su asistencia a Benzema, que marcó a placer. La pisadita fue brillante, pero me quedo con la forma que tuvo Rodry de colocar el cuerpo ante la embestida del defensa. Ese aguante es fruto de horas y horas en el gimnasio, mejorando tu físico para que acomape a tu talento. Rodrygo no está en los focos como Vini, pero se está convirtiendo en un jugador importantísimo.

El tercero llegó tras un claro penalty sobre Lucas V. que transformó Benzema. Tres goles en 45′ para un delantero que no tenía gol y que ya ha marcado más que Hugo Sánchez. Si Karim hubiese tirado los penalties durante sus 14 años en el Madrid, igual era el máximo goleador histórico de la competición. Que recupere su Parecía que nos íbamos tranquilos al descanso pero en el descuento de la primera parte acortó distancias el Almería. Jugada por la banda izquierda y Rüdiger pierde la marca. 3-1.

Si el gol del Álmería había generado alguna inquietud, esta desapareció cuando en nada más volver del descanso Rodrygo recibió de Ceballos en la frontal de espaldas al marco, se giró y colocó el balón cerca de la escuadra izquierada. Otra vez tres goles de diferencia. Y pudieron ser más, pues de aquí al final hubo tres tiros al palo, dos goles anulados por orsay y un penalty que el VAR nos quitó por interpretar falta previa de Benzema en la carrera. Si que marcó su segundo gol el Almería, fruto de otra relajación defensiva. Quizá sea inevitable cuando el marcador es tan favorable, pero es nuestra línea más frágil y la que más asusta ante los importantes partidos de primeros de mayo.

Cádiz CF 0 – Real Madrid 2. Goles españoles.

Hay una novela del gran Arturo Pérez Reverte titulada «El Asedio» que se desarrolla en Cádiz. Me vino a la cabeza ese título cuando llevábamos una hora de partido el Madrid no conseguía marcar pese a haber tenido múltiples ocasiones de gol. El Madrid buscó el gol por arriba, por abajo, por izquierda y por derecha. Pero no llegaba.

Real Madrid 2 – Chelsea FC 0. Bien pero sin presumir

En la ida de los cuartos de final de la Copa de Europa, el Madrid consiguió un resultado estupendo, que cualquiera habríamos firmado antes de empezar el partido. No obstante, al alcabar yo tenía el sentimiento de ocasión perdida. El Madrid jugó más de media hora con superioridad numérica sobre el césped y en ese tramo sólo consigió un gol. Una ocasión así hay que aprovecharla para sentenciar, como hizo el Barça el infausto día que Pepe fue expulsado por una entrada al actual preso Dani Alves. Nos faltó ambición, nos faltó olfato para oler la sangre.

Pero el partido del Madrid fue más que correcto. Dominó el juego y atacó una y otra vez, con Vini Jr como estilete. Por el flanco izquierdo volcábamos toda nuestra ofensiva. Tras un aviso de Benzema en el 11′, unos diez minutos después llegó el primer gol. Lo empezó a fabricar Carvajal, que jugó uno de sus mejores partidos del año – no lo tenía muy difícil – . El lateral mandó un balón templado al área, que caía llovido. Vini lo mandó hacia dentro y Kepa lo tocó sin atajarlo, haciendo que Benzema marcase fácil. Karim florece en primavera, como los almendros. Y justo después del gol se produjo la jugada que pudo cambiar el partido: Courtois desvió a corner un balón que era gol o gol. Si llegan a empatar ahí los ingleses, se hubiesen animado una barbaridad. Qué importante es nuestro portero.

Al volver del descanso, la enésima internada de Vini acabó un un tiro de Modric con el interior que lamió el larguero. Se mascaba el gol. Corría el 58′ cuando Rodrygo atacaba el área por el carril del 8 y fue agarrado por el último defensa. Roja directa. Ahí era cuando olía a sangre. Pero sólo llegó un gol más. Obra de Asensio, cuyo tiro de fuera empieza a justificar la renovación. Tras una jugada ensayada, disparó y el balón se coló junto al palo derecho. Acababa ya el partido cuando Karim Benzema remató alto de cabeza. Si llega a entrar ese, hubiese sido un partido digno de presumir.

Real Madrid 2 – Villarreal 3. Gran bajón

Cuando íbamos al Bernabéu el sábado pensaba que el Madrid estaba capacitado para hacer un sprint de fin de liga como el que hizo en 2020 de la mano de Zidane, consiguiendo los 30 últimos puntos. El 6-0 al Valladolid de hace seis días y el 0-4 en el Camp Nou en la vuelta de Copa del Rey eran sobrados motivos para pensar que la irregularidad mostrada desde que acabó el mundial era historia. El Barça anda cada vez peor, y si enlazábamos tres o cuatro victorias seguidas y ellos pinchaban un par de veces, podía entrarles en canguelo. Ni siquiera los 5 cambios en el XI y lo poco equilibrado que me parecía el 4-2-4 propuesto por Carlo Ancelotti me hicieron sospechar lo deprimido que estaría a las 11 de la noche, cuando el 2-3 brillaba en el marcador. Gran bajón. Porque las ligas se pueden ganar o perder, pero hay que competirlas y si el líder es otro, que sienta tu aliento en la nuca.

Y mira que empezó bien la cosa: Asensio funcionaba como enganche, por detrás de Benzema, y tras una cabalgada suya llegó el 1-0, marcado en propia puerta por Pau. Pero el gol activó al Villarreal, que se puso a dominar el centro del campo aprovechando su superioridad numérica. Ni Tchouameni ni Ceballos eran capaces de gobernar la medular, y la ayuda de los tres media puntas brillaba por su ausencia. En esto llegó Samu Chukwueze, extremo derecho de los amarillos, y marcó fácil tras hacerle un nudo en las piernas a Nacho. El canterano, puesto tantas veces como ejemplo, sufrió de lo lindo para detener a Chukwueze durante toda la noche. Deberían haberse intercambiado Alaba y él. No lo vio Ancelotti.

Tras el descanso, Vini Jr nos puso otra vez en ventaja. Lo hizo con un gol maradoniano, con dos regates que parecían imposibles. Si el Madrid se adelanta dos veces en el marcador, es dificil que no gane. Nos vimos con el partido en la buchaca. Incluso Carlo quitó a Benzema antes que nunca (quedaba media hora de partido) pensando en que llegaría el 3-1 y el partido se cerraría. Pero marcó el Villarreal aunque el gol fue anulado por orsay. Volvió a marcar, otra vez el árbitro decretó fuera de juego pero en esa ocasión el responsable del VAR dijo que el gol era legal. Empate a dos. Un chasco para la afición rival, que andaba cantando lo de «así gana el Madrid» y la concesión del gol les dejó sin argumentos. Otra vez a remar, con menos tiempo que antes y sin recurso alguno desde el banquillo – nuestros delanteros suplentes, Mariano y Hazard, están como si no estuviesen – . Estabamos pensando en cómo marcar el tercero cuando Chukwueze enganchó el balón en el pico derecho del área grande y empezó a fabricar un gol de aquellos que marcaba Robben: desborde hacia dentro y zurdazo a la escuadra que Courtois no pudo desviar. Faltaban 10′ y estábamos en desventaja.

Para marcar el madrid se colgó de Camavinga y de Modric. Una cabalgada del francés acabó en penalty. Modric cogió el balón dispuesto a lanzarlo, pero el árbitro se puso a caminar como un loco con la mano en la oreja, de un sitio a otro, como si estuviese poseido por el espíritu de Chiquito de la Calzada. Tras varios minutos, decidió por fin ir a ver la jugada a la pantalla para posteriormente decretar que el penalty ya no lo era. Otra vez el cántico de «así gana el Madrid» quedaba sin sentido.

Todo era muy extraño, y rareza tras rareza perdimos el primer partido en casa de la liga. El Villarreal nos ha ganado los seis puntos en juego de esta liga. A estos tres puntos volatilizados hay que sumar ocho más de cuatro empates en casa. Lo que debería ser un fortín es ahora un hospital: todo el mundo sale del Bernabéu con puntos.

Faltan 10 jornadas de liga. 30 puntos. Tenemos al Barça a 12, 13 o 15 en función de lo que haga ante el Girona mañana y el Atleti, que lo tuvimos a 13, puede ponerse a 2. Y la sensación de no haber estado a la altura en liga por no haber sido regulares.