Real Madrid 2 – Osasuna 1. El partido más importante de la temporada. Otra vez.

Saltaron al césped del estadio de La Cartuja dos equipos con sensaciones muy diferentes. Osasuna para intentar ganar su primera copa, el Real Madrid para sumar un título que su afición sólo valora cuando estamos en vacas flacas, como la de Floro en 1993 o la de Mourinho en 2011. No sé qué es más difícil, si jugar sabiendo que estás ante el partido de tu vida o salir a una final pensando que la mínima lesión te deja sin jugar unas semis de Champions que tienen lugar menos de tres días después. Ni podemos lamentar una derrota ni celebrar una victoria. Este partido no es sino una meta volante para el Madrid. La temporada sigue mañana por la mañana.

Había que ganar cuanto antes, pensó Vini, y en el segundo minuto del partido desató una tormenta por la banda de Paco Gento. Dribló a dos rivales con superioridad pasmosa y su pase de la muerte lo ejecutó Rodrygo. Dos brazucas que llegaron por una pasta y que empiezan a parecer baratos dado su rendimiento, especialmente en los días gordos. Porque eso es lo que distingue a los buenos de los grandes: aparecer cuando hace falta. Con 1-0 el Madrid guardó la ropa más que nadó. Confiaba en entregar a Osasuna el balón y que otro contraataque de sus jóvenes brazucas sentenciase el partido. Pudo hacerlo, pues otra carrera de Vini acabó en los pies de Benzema, que tuvo un tiro franco pero Sergio Herrera respondió con una brillante parada. La otra gran ocasión del Madrid en el primer tiempo fue un tiro libre de Alaba, que desde lejísimos lanzó un chut potente y colocado que se estrelló en el larguero rival. Cuatro dedos más abajo y el partido acaba ahí. Osasuna también pudo marcar cuando Abde encaró a Courtois tras un grave error de Militao y definió por arriba fenomenal. Carvajal salvó cerca de la raya de gol. A esas alturas, Vini ya había sacado una tarjeta amarilla a su marcador, Moncayola, y a uno de los centrales de Osasuna, David García. Vini gobernaba el partido. No necesitaba los aspavientos que comenzó a hacer entonces, que le costaron una amarilla y llevaron el partido al barro. Craso error cuando eres manifiestamente superior. Otras veces se lleva palos como para hacer un fuerte, pero no esta noche. Hubo un conato de tangana en el túnel de vesturarios del que varios compañeros alejaron a Vini, ya que una posible expulsión de nuestro mejor atacante dediciría el partido para mal.

El principio del segundo tiempo fue el mejor rato de la noche para Osasuna. El Madrid se aculó y no era capaz de tener el balón. Tchouameni andaba desaparecido, Militao parecía dormido… se mascaba el empate. Llegó en el 60′ con un buen tiro de Torrox desde fuera del área, seco, duro, pegado al palo. Imposible para Courtois. El empate despertó a la afición navarra y el partido se detuvo porque ardían bengalas en uno de los fondos. Una vez más, la Federación se mostraba chapucera a la hora de organizar un evento. El partido se reanudo y el Madrid metió una marcha más. Lo hizo por el lado de siempre: el izquierdo. Vini alcanzó la línea de fondo de nuevo, centró atrás, Kroos chuta y tras un rebote el balón cae a los pies de Rodrygo, que tiene tiempo de sobra para mandar el esférico a la jaula. Otra vez por delante y la sensación de que hoy no cometeríamos dos veces el mismo error.

Para los últimos 20′ Jagoba Arrasate movió el banco con entusiasmo y Carletto vio el envite colocando a Rüdiger de central, a Alaba de lateral y a Camavinga en el eje de la medular. Con el francés delante de los centrales ya no hubo peligro. Salieron Modric unos minutos y Asensio unos pocos menos, pero el mallorquín tuvo tiempo de dejar a Vini sólo delante de la portería. Esta vez nuestro 20 decidió mal y en lugar de chutar a puerta intentó pasar a Benzema. El francés, gris toda la noche, no llegó al balón. Una ocasión clarísima se iba al limbo cuando el partido acababa. Debió haber muerto ahí. Hubo tiempo para una ocasión de Chimy Ávila que pudo suponer la prórroga, pero Carvajal la abortó. Era el único español que comenzó la final vestido de blanco y fue quien decidió que no se jugase más de lo reglamentario. El pitido final tronó en la noche sevillana y el cumple de Guille quedó asociado a nuestro vigésimo campeonato de España.

Real Madrid 4 – AD Almería 2. Afinando la puntería

¡Por fin un partido a una hora ideal! En una tarde primaveral, el Paseo de la Castellana era bullicio y alegría infantil. En pleno puente, seguro que muchos niños fueron a un partido en directo por primera vez. Tuvieron suerte, salió un partido entretenido con cuatro goles locales, otras tantas ocasiones clarísimas y una victoria que nunca estuvo en peligro. De hecho, ambos goles visitantes llegaron con tres goles de ventaja en el marcador.

El partido arrancó con Vini Jr percutiendo una y otra vez por el carril del 11. En el minuto 3 dio un buen pase a Benzema, cuyo remate se encontró con el portero, y un minuto después nuestro extremo brasileño alcanzó otra vez la línea de fondo y su pase atrás con el exterior lo mandó Karim a la jaula tras un fantástico movimiento de desmarque. Qué importante es marcar pronto. Qué desequilibrante es Vini Jr.

Hay sectores que dicen que Vini debería dedicarse a jugar, cuando él no hace otra cosa. Intenta jugar, y le paran normalmente con faltas. Pierde los nervios más de lo que debería, sí, pero no le falta razón. Tiene 21 años. Al poco de llegar a España, un jugador del filial del Atleti le mordió la cabeza , y desde entonces ha recibido palos como para construir el Fuerte Randall. Por mucho que proteste, es inconcebible que lleve 10 amarillas en esta liga. Como ha dicho Carlo en rueda de prensa, ni el medio centro más duro, ni el central más expeditivo tienen ese registro. Ah, y en Europa no le pasa. Es sólo en esta mugrienta liga.

Con el 1-0 siguió el dominio y en el 20′ Rodrygo hizo el regate de la tarde. Una pisada por detrás con cierto aire al taconazo de Fernando Redondo en Old Tradford hace 23 años antecedió a su asistencia a Benzema, que marcó a placer. La pisadita fue brillante, pero me quedo con la forma que tuvo Rodry de colocar el cuerpo ante la embestida del defensa. Ese aguante es fruto de horas y horas en el gimnasio, mejorando tu físico para que acomape a tu talento. Rodrygo no está en los focos como Vini, pero se está convirtiendo en un jugador importantísimo.

El tercero llegó tras un claro penalty sobre Lucas V. que transformó Benzema. Tres goles en 45′ para un delantero que no tenía gol y que ya ha marcado más que Hugo Sánchez. Si Karim hubiese tirado los penalties durante sus 14 años en el Madrid, igual era el máximo goleador histórico de la competición. Que recupere su Parecía que nos íbamos tranquilos al descanso pero en el descuento de la primera parte acortó distancias el Almería. Jugada por la banda izquierda y Rüdiger pierde la marca. 3-1.

Si el gol del Álmería había generado alguna inquietud, esta desapareció cuando en nada más volver del descanso Rodrygo recibió de Ceballos en la frontal de espaldas al marco, se giró y colocó el balón cerca de la escuadra izquierada. Otra vez tres goles de diferencia. Y pudieron ser más, pues de aquí al final hubo tres tiros al palo, dos goles anulados por orsay y un penalty que el VAR nos quitó por interpretar falta previa de Benzema en la carrera. Si que marcó su segundo gol el Almería, fruto de otra relajación defensiva. Quizá sea inevitable cuando el marcador es tan favorable, pero es nuestra línea más frágil y la que más asusta ante los importantes partidos de primeros de mayo.

Real Madrid 2 – Chelsea FC 0. Bien pero sin presumir

En la ida de los cuartos de final de la Copa de Europa, el Madrid consiguió un resultado estupendo, que cualquiera habríamos firmado antes de empezar el partido. No obstante, al alcabar yo tenía el sentimiento de ocasión perdida. El Madrid jugó más de media hora con superioridad numérica sobre el césped y en ese tramo sólo consigió un gol. Una ocasión así hay que aprovecharla para sentenciar, como hizo el Barça el infausto día que Pepe fue expulsado por una entrada al actual preso Dani Alves. Nos faltó ambición, nos faltó olfato para oler la sangre.

Pero el partido del Madrid fue más que correcto. Dominó el juego y atacó una y otra vez, con Vini Jr como estilete. Por el flanco izquierdo volcábamos toda nuestra ofensiva. Tras un aviso de Benzema en el 11′, unos diez minutos después llegó el primer gol. Lo empezó a fabricar Carvajal, que jugó uno de sus mejores partidos del año – no lo tenía muy difícil – . El lateral mandó un balón templado al área, que caía llovido. Vini lo mandó hacia dentro y Kepa lo tocó sin atajarlo, haciendo que Benzema marcase fácil. Karim florece en primavera, como los almendros. Y justo después del gol se produjo la jugada que pudo cambiar el partido: Courtois desvió a corner un balón que era gol o gol. Si llegan a empatar ahí los ingleses, se hubiesen animado una barbaridad. Qué importante es nuestro portero.

Al volver del descanso, la enésima internada de Vini acabó un un tiro de Modric con el interior que lamió el larguero. Se mascaba el gol. Corría el 58′ cuando Rodrygo atacaba el área por el carril del 8 y fue agarrado por el último defensa. Roja directa. Ahí era cuando olía a sangre. Pero sólo llegó un gol más. Obra de Asensio, cuyo tiro de fuera empieza a justificar la renovación. Tras una jugada ensayada, disparó y el balón se coló junto al palo derecho. Acababa ya el partido cuando Karim Benzema remató alto de cabeza. Si llega a entrar ese, hubiese sido un partido digno de presumir.