SC Napoli 1 – Real Madrid 3. Dos martillazos del capitán

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Albiol mide 1,92. Ramos mide 1,83. Fijáos la diferencia de salto.

1 NAVAS

2 CARVAJAL      3 PEPE      4 RAMOS     12 MARCELO

14 CASEMIRO

19 MODRIC       8 KROOS

11 BALE      9 BENZEMA     7 RONALDO

  • 17 VÁZQUEZ X 11
  • 21 MORATA X 9
  • 22 ISCO X 19

 

Con dos martillazos ejecutados por la cabeza de Sergio Ramos en sendos corners botados por Toni Kroos, el Madrid arregló una eliminatoria que tenía mala pinta, sobre todo desde que los italianos se adelantaron en el marcador en el 24′. El capitán sigue engordando su leyenda y haciendo oposiciones para sentarse en la mesa de Pirri, Camacho, Sanchís o Hierro. Defensas. Capitanes. Eternos.

El primer tiempo nuestro equipo estuvo a merced de los italianos, que presionaban muy arriba. Llegaban al balcón de nuestro área casi sin esfuerzo alguno, mientras que a nosotros nos costaba un potosí salir con el balón jugado, especialmente durante los primeros 20 minutos. Eso sí, en un fogonazo remató Ronaldo al palo tras driblar a Pepe Reina. Una pena, porque un gol nuestro enfriaría San Paolo. Poco después llegó el gol de Martens, en una jugada en la que nuestros centrales anduvieron lentísimos en la cobertura. Navas, igual que todo el curso, no evitó el gol. El tiro es muy difícil, sí; pero hace un año el tico sacaba tiros así y ahora no.

El gol en contra fue como un nubarrón que se oscurecía sobre nuestras cabezas. La presencia de la BBC sobre el césped nos condiciona demasiado: nuestro centro del campo las pasa canutas. Hace un tiempo los tres delanteros compensaban la situación con su pegada, pero ahora ya no marcan gol cada vez que llegan. Para compensar, nuestro poste derecho también besó el balón en el 39′. Con 1-0 llegamos al descanso, la camisa no llegaba al cuerpo.

Al poco de la reanudación, llegaron los dos goles que acabaron con la eliminatoria. Ramos se llevará, con razón, las portadas y los laureles, pero quiero destacar lo importante que es tener un jugador que bote el balón parado como Toni Kroos. Botó los dos saques de esquina de forma magistral.

Con 1-2 al Napoli le entró la depresión y el Madrid controló el partido. No hubo ni un tiro a puerta de los italianos, y los cambios nos vinieron bien para refrescar el equipo. Cuando agonizaba el partido, Morata marcó el tercero para que el resultado de los dos partidos fuese el mismo. 3-1 y 1-3. Que pase el siguiente.

Eibar 1 – Real Madrid 4. 11 contra 11.

1 NAVAS

23 DANILO        3 PEPE          4 RAMOS        6 NACHO

14 CASEMIRO            19 MODRIC

10 JAMES

17 VÁZQUEZ         9 BENZEMA      20 ASENSIO

  • 18 MARIANO X 9
  • 16 KOVACIC X 19
  • 22 ISCO X 10

Salimos en Ipurúa sin varios titulares, entre ellos los delanteros más deslumbrantes y caros que tenemos. A la media hora, íbamos ganando 0-3 y el partido estaba resuelto. ¿Casualidad? Puede ser; pero curiosamente el anterior día que faltaron ambos fue cuando en la ida de los octavos de Copa del Rey el Madrid ganó 3-0 al Sevilla.

En este partido se encargaron de las alas Asensio y Lucas Vazquez. El gallego siempre cumple y defiende como si le fuese la vida en ello, pero la actuación del mallorquín fue impresionante, tanto que resulta sonrojante lo poco que ha participado esta temporada. Ambos secundaron a Benzema, que nos demostró en Eibar al nivel que puede llegar cuando sus compañeros de delantera son más generosos que los habituales.

Otro que disfrutó con el partido fue James. Jugó por detrás de Benzema, el sitio donde más luce. Sacó su zurda a pasear para dar una asistencia y marcar el tercer gol. James, como Isco o Asensio, están condenados a deambular por el centro del campo los días que está la BBC. Cuando no es así, cuando sus funciones son las que mejor saben desarrollar, parecen lo que son: muy buenos.

Marcaron Benzema, dos veces y Asensio, además de James. Descansaron los dos laterales habituales y el lunar fue que, otra vez, encajamos gol. Navas ya ha encajado los mismos goles que en toda la temporada pasada. No tengo claro si habría que apostar por Casilla de aquí a final de año; el único cambio de portero que recuerdo exitoso fue Illgner por Cañizares en 1998, con la séptima al final del camino. Pero está claro que el tico ofrece ahora mismo la misma confianza que Espinete vendiendo preservativos.

Real Madrid 3 – Las Palmas 3. Tres culpables.

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Bale perdió la cabeza y fue expulsado.

1 NAVAS

2 CARVAJAL      6 NACHO      4 RAMOS     12 MARCELO

16 KOVACIC                    8 KROOS                     22 ISCO

11 BALE      21 MORATA     7 RONALDO

  • 17 VÁZQUEZ X 22
  • 9 BENZEMA X 21
  • 10 JAMES X 16

 

El partido tuvo tres protagonistas: Navas, Ramos y Bale. Sus groseros errores tiraron por tierra el esfuerzo de todos sus compañeros por ganar el partido. Salimos sin Casemiro, y otra vez se demostró que Kroos sólo puede ser medio centro si son 4 los centrocampistas. El teutón sufrió como gorrino en San Martín y el equipo se partía una y otra vez.

Mira que el partido que se había puesto de cara nada más empezar, cuando en el 8′ Isco dio con suavidad un pase a la red. Andaba yo defendiendo al malagueño en redes sociales cuando llegó el empate, dos minutos después. Parece que no fui yo el único que se despistó. Sergio Ramos fue regateado por Tana como un juvenil, y el canario marcó de fuerte disparo… No era fácil desviarlo, pero el Madrid acostumbra a tener un portero que para tiros así. En estos momentos, Navas no para ni un taxi. No da ninguna seguridad a la defensa, como muestran los ¡SIETE! goles encajado en los últimos tres partidos. No hay equipo que aguante esta sangría. Si lo piensas, para puntuar hay que marcar tres o cuatro goles por noche.

LLegamos al descanso con la Unión Deportiva dominando el balón y combinando como si estuvieran en un rondo y el Madrid marcando goles en posición dudosa. Unos eran fuera de juego, otros no; pero sólo el de Isco subió al marcador. Morata desperdició una clarísima, a pase de Ronaldo. Pensé en el descanso que se impondría nuestra pegada. “Marcará Bale” profeticé.

Estoy hecho un pitoniso. En el 43′ al galés se le peló un cable de la cabeza y se puso a pegar a Jonatan Vieira como si lo fuesen a prohibir. Le dio dos patadas, pero como eso no garantizaba la expulsión finalmente le dio un empujón. En inferioridad numérica iba a ser difícil ganar este partido. Poco después Ramos se tira en plancha dentro del área a taponar un tiro y lo desvía con la mano. Penalty para los canarios. 1-2, pues Navas tocó el balón con la rodilla pero acabó dentro. No tiene suerte nuestro portero. Sólo dos minutos después, un balón largo a Boateng pilla al Madrid descolocado y Navas sale a despejarlo sin gracia alguna. Se le cuela por debajo de las piernas y el marcador luce 1-3 a falta de media hora. Navas luego hizo alguna parada de mérito, igual que Ramos pudo marcar. Pero anoche los dos nos quitaron más que nos dieron.

Movió Zidane el banco y el partido enloqueció. Se sucedían las ocasiones en las dos áreas, pero no llegaban goles. Ramos remató de cabeza al larguero y Benzema tiró alto un pseudopenalty. La derrota parecía segura, pero otra vez apareció la leyenda de los minuti molto longos. En el 86 y en el 89 Ronaldo marcó sendos goles que igualaron el partido. El primero de penalty y el segundo de cabeza. Ronaldo sigue crepuscular pero es quien intenta tirar del carro cuando las cosas no funcionan. Aún nos quedaba el descuento, y nos frotábamos las manos, pero esta vez no llegó el gol de la victoria. Conseguimos salvar un punto, sí, pero nadie contara con que volaran estos dos del Bernabéu. Hemos dejado de ganar 5 de los 9 últimos puntos en liga, y los perseguidores se frotan las manos como las moscas.